José María Vera: «Con los refugiados no va a pasar nada, no han venido»

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

Intermón Oxfam, que dirige en España Vera, tiene 7.500 socios en Galicia y alerta de «con qué cara» Europa puede ahora pedir solidaridad

04 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«La sensibilidad social es muy alta, muy fuerte, y la respuesta desde el Gobierno y desde la Unión Europea ha sido absolutamente de muro, de valla, de cierre». Podría ser el resumen de lo que cuenta José María Vera (Madrid, 1965), desde hace casi cuatro años director de Oxfam Intermón en España. Esta semana estuvo en Galicia, donde esta ONG tiene 7.500 socios.

-¿A qué se debe la visita?

-Era para estar con los equipos; entre los de Santiago, A Coruña y Vigo son 125 voluntarios. Tuvimos charlas para nuestros socios y para las personas que quisieron acercarse. También tuvimos una reunión con el vicepresidente de la Xunta para pedir un poco de colaboración.

-¿Reciben ayudas públicas?

-En el apoyo público hemos pasado en seis años de veinte millones de euros a seis. La parte buena es que en esos años han aumentado las ayudas privadas.

-¿Qué va a pasar con los refugiados en España.

-Con los refugiados no va a pasar nada porque no han venido. Es una falta de solidaridad que no responde al sentir de la sociedad española. La sensibilidad social es muy alta, es muy fuerte, y la respuesta desde el Gobierno y desde la UE ha sido absolutamente de muro de valla, de cierre y además con una laminación de la legalidad internacional que tiene sus consecuencias.

-¿Cómo cuales?

-Pues que no solamente afecta a los refugiados que vemos: a los iraquíes, sirios, afganos, los que están llegando a Grecia. Al final, al hacer lo que la UE está haciendo lanza una señal a otros países en el mundo. Ahora cuando toca llegar a los tanzanos para que acojan burundeses, o hace poco Kenia que quería cerrar un par de campos de somalíes, Europa, que de forma habitual habría sido uno de los actores para decirle, para exigirle, para ayudar a Kenia a que mantuviera sus campos, para proporcionar ayuda humanitaria... ¿Con que cara lo vamos hacer ahora cuando somos los mismos europeos los que vulneramos esas convenciones de refugiados y ese derecho internacional humanitario?. El espacio humanitario se nos está cerrando y poniendo en serias dificultades con estas decisiones y con estas políticas.

-Pero hay ejemplos de países acogedores como Líbano, ¿no?

-Líbano está en 1.200.000 refugiados, que es un 25 por ciento de la población. Es como si aquí en España vinieran doce millones ...¡Entonces sí que estaríamos hablando de una dificultad, de un desafío mayúsculo!. Con los números con los que estamos ahora en España, 18.000 como cuota admitida de los cuales solo unos poquitos cientos son los que han estado llegando, es algo irrisorio. No se puede hablar de la llegada porque no se ha producido.

-¿Es el principal problema?

-Eso se cruza con la caída de la financiación para la ayuda humanitaria. España redujo la partida de acción humanitaria en un 85 por ciento. La dejó en 27 millones de euros, la del Gobierno central, que es menos de lo que Oxfan Intermón dedica, una sola ONG aquí en España. Con eso no hay ni para empezar. Hay una dificultad para seguir financiando lo que estamos haciendo en los campos de refugiados jordanos, libaneses, en el la propia Siria. Oxfam estamos llegando a un millón y medio de personas con agua y saneamiento dentro de Siria: la situación es muy, muy difíciles pero de lo que se trata es de llegar allí donde las personas están en situación crítica máxima.

-¿Les siguen diciendo por qué ayudan a gente de fuera cuando aquí hay mucha gente en crisis?

-Los que usan ese argumento con fuerza, mi experiencia en este tiempo es que suelen ser personas o grupos, colectivos -sobre todo si es desde el ámbito político- cuya sensibilidad por la pobreza aquí no es muy alta. Además, nosotros hacemos muchas cosas, estamos con un programa doméstico aquí en temas de emigrantes y violencia contra la mujer, ayudando a algunas asociaciones pequeñas.