La madre del niño: «Estoy feliz y contenta porque ahora el niño estará conmigo y va a poder llevar una vida normal y tranquila»

X. A. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Aunque queda un largo camino burocrático por recorrer, la mujer ya respira con la certeza de que podrá encauzar la vida de su pequeño

31 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Tribunal Supremo le dio a la madre del niño una alegría que recordará toda su vida. Aunque muy serena manifestó: «Estoy feliz y contentan porque ahora mi hijo estará conmigo y va a poder llevar una vida normal y tranquila. Va a poder crecer como un niño». Aunque queda un largo camino burocrático por recorrer, la mujer ya respira con la certeza de que podrá encauzar la vida de su pequeño para que pueda crecer con esa «rutina de normalidad» que todos los chavales necesitan para desarrollarse como personas.

En cuanto al largo proceso judicial que la llevó al Tribunal Supremo, siempre tuvo esperanzas de salir bien. «Lo teníamos clarísimo y siempre me fie de mis abogados», señala. Sus asesores siempre le decían que tenía que seguir adelante. En este sentido quiere darle las gracias tanto a sus letrados como al Centro de Información de la Mujer por su esfuerzo y ayuda. No obstante, si de alguna cosa estaba convencida la mujer es de quería tener su hijo con ella: «Lo más importante es tener al niño conmigo». Lo demás lo dejó de lado. De hecho, comenta que su exmarido continúa con la posesión de los dos coches de la pareja, el dinero y todo lo demás. Aún tienen pendiente la separación de bienes, algo secundario para una madre que tiene como única fijación, un futuro seguro para su vástago. «Lo demás me da igual. Lo principal es tener el niño conmigo», afirma tajante. Desde el punto de vista económico puede arreglárselas sola, tiene trabajo en una empresa en la que lleva muchos empleada.

Esta semana, el pequeño está en su casa. Le correspondía ya por turno de acuerdo con la custodia compartida. El viernes, el tiene que volver con su padre. Mientras el juzgado de instrucción de  Carballo que llevó el caso no establece el régimen de visitas y demás condiciones, aún no regirá el régimen que el Supremo estableció en el fallo. En este aspecto, la mujer parece tranquila y confía en que todo se haga con cierta celeridad. De momento, el niño sigue con su vida normal. Acude al colegio que la propia madre eligió al principio. «No le quiero cambiar nada», apunta la mujer, aunque si el juez de Carballo indica cualquier modificación por el bien del niño ella está dispuesta a asumirlo. Su idea más importante es darle «tranquilidad y estabilidad. La gente -añade- no se da cuenta de lo que sufren los hijos, que son los pagan los platos rotos» en estas situaciones. Ahora solo espera que el suyo pueda crecer en un ambiente tranquilo y sano.