Un año de espera para conseguir un can de palleiro de pura raza y con pedigrí

Dolores Cela Castro
Dolores Cela LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Característica de la raza
Mariño

Ochenta personas figuran en la lista del club que gestiona la entrega de los animales

08 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Club Can de Palleiro, que canaliza las entregas de perros de esta raza con pedigrí, -no sus ventas, que son acuerdos privados entre comprador y vendedor- cuenta con una lista de espera que supera las 80 peticiones de personas que quieren tener un ejemplar. Hay algunas que llevan un año aguardando para conseguir un cachorro. Las 450 hembras, que están inscritas en el libro genealógico -que gestiona la Xunta, junto a un número similar de machos- no paren las camadas suficientes para cubrir una demanda que aumentó con la presencia de Allo en los anuncios de Gadis. Entre las múltiples facetas de este can no está solo la de actor -su nombre verdadero es Fusco y es uno de los ejemplares del adiestrador canino Octavio Villazala - sino que figura en la lista de los tres perros que está autorizado a entrar en un hospital en Galicia, según fuentes del club.

Las aptitudes de la raza van más allá y ya se hicieron algunas pruebas para la detección de explosivos y de drogas. Algunos están adiestrados para practicar canicross con sus amos porque, según fuentes del club, el futuro que espera a esta raza no está solamente en las granjas ni solamente como mascotas.

Los canes de palleiro, que en sus orígenes se dedicaba al pastoreo y que sigue siendo muy apreciado en las granjas gallegas para labores de vigilancia y de guía del ganado, no son baratos. El precio medio de un ejemplar con pedigrí, vacunado, desparasitado y con microchip suele rondar los 350 euros de media. Los hay más caros y más baratos, dependiendo del criador y de la camada.

Esta raza, en peligro de extinción y que se está en fase de recuperación, tiene su propio libro genealógico, que controla la Xunta, a partir de que el can de palleiro obtuviera su reconocimiento junto a otras razas en peligro de extinción.

 Los controles

La denominación de can de palleiro se obtiene por nacimiento y por sus orígenes paternos y maternos. La certificación que acredita a los ejemplares para la reproducción, según señalaron fuentes del club que vela por esta raza, la concede un juez especialista, de los que hay 20 en Galicia con la titulación correspondiente y que acudieron a cursos entre los años 2013 y 2015. Las otorgan a los 18 meses, después de un examen exhaustivo del animal para comprobar si cumple todos los estándares de la raza. Si no pasa el examen sigue siendo can de palleiro por nacimiento.

En el caso del can de palleiro para conseguir los certificados que acreditan la pureza de la raza no es necesario que desfilen por el ring ante un juez en los concursos caninos. El objetivo es que en un futuro sí sea así. En estos certámenes ya está presente en las pruebas de agility.

Entre las razones de que la demanda sea muy superior a la oferta, según reconoce José Barreira, miembro del club, también hay que buscarla en que las hembras, al menos de forma generalizada, no se cruzan en todos los celos. Este es su caso, que tiene una perra que está pendiente de tener su próxima camada y que ya cuenta con varias reservas para sus cachorros.

Los miembros del club tienen un compromiso claro para mantener la raza can de palleiro, a través de cruces programados, y con los que tratan de evitar por todos los medios la consanguinidad, que es una práctica que detectaron sí se está registrando fuera de este círculo controlado.

Un reconocimiento negado durante años que puso a estos canes al borde de la extinción

El presidente del Club Can de Palleiro, Ernesto Fernández, reconoce que siempre hubo lista de espera para conseguir ejemplares de esta raza, pero nunca una tan larga. Mostró su satisfacción porque está raza, que dijo forma parte del patrimonio cultural de Galicia, esté obteniendo un reconocimiento que se le negó a lo largo de los años y que estuvo a punto de suponer su extinción. Según señaló, existen otras formas de conseguir un ejemplar que no sea a través del club. «Hai anuncios en Internet, pero o que merca no clube sabe que o que leva, ainda que non dubidemos da autenticidade dos outros».

La recuperación del can de palleiro, según recordó Fernández, partió en el año 1999 de un programa de la Unión Europea para la recuperación de las razas autóctona. «Empezaron con vacas, cabalos e incorporaron as ovellas. Despois xurdiu unha investigación para saber se o can de palleiro era raza propia ou non».

Esa investigación, según relató, partió de una encuesta que llevaron a las explotaciones ganaderas los veterinarios de las campañas de saneamiento. «Os resultados serviron -señaló- para ir ver can por can ás casas, medilos e catalogalos».

La declaración

En el 2001 llegaría la declaración del can de palleiro como raza autóctona y empezaría un largo camino para mantenerla y promocionarla.

Fernández está muy orgulloso de que el can de palleiro haya sido el protagonista en un programa de una televisión rusa, que hizo un reportaje de pastoreo con vacas cachenas, que tuvo un gran éxito en Internet. «Os galegos -añadió- nunca lle demos valor e levou o que levou, ó perigo de extinción».

El futuro de la raza

«A xente levou dos nosos cans a Madrid, Cataluña, Andalucía e País Vasco porque os valora», señaló el presidente del club. Algunos ejemplares viajaron también a Francia, Alemania, Noruega, Portugal, Marruecos, Brasil, Argentina, Colombia y México.

«En principio -añadió- foi un can pastor e as granxas que os teñen non os cambian por nada». «O futuro non é que traballen nas explotacións gandeiras. Ou ben serán mascotas ou se abrirán camiño noutras aptitudes que tamén ten».

Esta raza podría desempeñar funciones de perro policía, en catástrofes o incluso narcotráfico. Entre sus principales características está la estabilidad psíquica.