O Pindo, el volcán del que surgió Galicia

Raúl Romar García
R. ROMAR REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

X. AMEIXEIRAS

El Olimpo celta centrará los actos en Galicia de la Sociedad Española de Geología con motivo de Geolodia

01 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El mítico monte Pindo era un volcán. Un arco de isla, como el actual archipiélago de Japón, que quedó apretujado a 20 kilómetros de profundidad cuando dos continentes, Laurassia y Gondwana, se fundieron en uno solo para formar Pangea hace unos 350 millones de años. Con el tiempo, la erosión se comió la masa externa del volcán hasta que solo quedó su base de granito, la roca sobre la que se formó no solo O Pindo, sino también el resto de Galicia, que afloró casi en su forma actual hace 200 millones de años.

Fue un proceso que se completó justo en el mismo espacio en que hoy en día está situada la comunidad, por lo que el macizo levantado entre los municipios de Carnota, Dumbría y Mazaricos se erige ahora como la raíz sobre la que ha crecido Galicia. Y es precisamente por esta simbología por la que la Sociedad Española de Geología ha elegido al Pindo como el punto central en Galicia de Geolodia, una actividad de divulgación para descubrir al gran público los secretos y la historia que ocultan las rocas. Cuatro geólogos, dos del Instituto Universitario Universitario de Xeoloxía Isidro Parga Pondal, serán los guías de una ruta que se celebrará el próximo domingo y a la que ya se han apuntado más de 200 participantes. «O Pindo es un símbolo, el ejemplo de cómo se construyó Galicia», explica el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní. Una actividad similar se celebrará, también el domingo, en las Pozas de Melón (Ourense) y el sábado en A Fonsagrada (Lugo) y en Vigo, en este último caso para ilustrar sobre el basamento de las Rías Baixas.

Hace 350 millones de años ya existía O Pindo, pero para que se completara su perfil tuvo que ocurrir otro fenómeno: la ruptura del macrocontinente Pangea hace 200 millones de años. Fue en este proceso cuando se dibujó la línea de la costa gallega, y el macizo granítico se situó justo en ella, al borde del agua. El relieve acabó por completarse hace 65 millones de años, cuando el choque del continente Eurasia con la placa de Iberia formó la cordillera Cantábrica y todas las montañas gallegas. Y así fue como la geología moldeó de nuevo al conocido como Olimpo Celta.

Una cascada por una ría

Pero faltaba aún por formarse la cascada del río Xallas en O Ézaro, el único caudal de Europa que culmina en una catarata. ¿Por qué este fenómeno singular? Porque el Xallas, hace entre 65 y 25 millones de años, era un lecho muy pequeño, incapaz de encajarse y de cortar el terreno para formar una ría, lo que hubiera sido su destino natural.

O Pindo mantendrá su actual fisonomía al menos 2.000 años más, pero no ocurrirá lo mismo con las playas de Carnota y Caldebarcos, que serán destruidas. El mar avanzará hacia el interior y creará una nueva línea de costa.