La policía registra la diócesis de Lyon, salpicada por los casos de pederastia

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

ROBERT PRATTA | Reuters

El proceso contra dos curas por abusos se extiende al cardenal Barbarin por encubrimiento

31 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La justicia estrecha el cerco contra la archidiócesis de Lyon, sacudida por un escándalo de pederastia en el que están envueltos dos sacerdotes y que también ha salpicado al arzobispo y cardenal Philippe Barbarin por un presunto encubrimiento de los casos. En el marco de la investigación abierta, la policía francesa entró ayer en los locales de la diócesis para realizar un registro en busca de nuevas pruebas que ayuden a esclarecer las tres causas abiertas, todas relacionadas entre sí.

La primera se inició en enero contra el padre Bernard Preynat, que fue denunciado por cuatro hombres por un presunto delito de asalto sexual y violación cometido de forma reiterada entre los años 1986 y 1991, cuando los ahora denunciantes eran jóvenes de un grupo de scouts de los que estaba encargado el sacerdote en un barrio de Lyon. En febrero se presentó otra acción penal contra otro cura de la diócesis, Jerome Billioud, por el mismo motivo, en este caso ejercida por un hombre de 42 años, que actualmente ocupa un alto cargo en el ministerio del Interior y que cuando sufrió los abusos sexuales tenía 16 años.

Paralelamente al curso que se sigue en ambos procesos, la fiscalía de Lyon abrió el pasado 4 de marzo una investigación preliminar por un delito de «omisión de denuncia» y de «poner en peligro la vida de otros» contra el arzobispo Philippe Barbarin y otros altos cargos de la diócesis.

Información por carta

Las víctimas, según dieron a conocer sus abogados, aseguran que las autoridades eclesiásticas conocían los abusos sexuales desde el año 1991, pero en ese momento ni apartaron a los sacerdotes de sus puestos ni los denunciaron a la justicia. Philippe Barbarin alegó que cuando ocurrieron los hechos no era el arzobispo de Lyon, puesto ejercido por Albert Decourtray entre 1981 y 1994. Sin embargo, según consta en la instrucción, el también cardenal sí fue informado de los hechos en distintas cartas entre el 2007 y el 2008, pero, pese a ello, mantuvo a Preynat en su puesto en la diócesis hasta el 31 de agosto del pasado año.

Ante el registro realizado ayer en la diócesis de Lyon, el arzobispado envió un comunicado en el que asegura que «el cardenal Barbarin ha expresado en numerosas ocasiones su voluntad de colaborar de forma transparente con la justicia, a la que se pone a su disposición».

La justicia francesa también comunicó ayer, frente a la petición de su abogado, que las cuatro denuncias presentadas contra el padre Bernard Preynat no prescriben, pese a que hayan pasado más de veinticinco años desde que ocurriesen los casos.