Un furancho en el corazón de Madrid

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

BENITO ORDOÑEZ

Dos empresarios de A Pobra llevan la despensa gallega al corazón de la capital, junto a la plaza de España, con un aire nuevo

11 mar 2016 . Actualizado a las 08:49 h.

Gallego cien por cien, reinventando una fórmula de éxito y aportando un toque innovador a productos tan autóctonos como el pulpo, los pimientos de Padrón o la vieira, ese es el concepto gastronómico que dos empresarios de A Pobra, Guillermo Simarro y Pablo Pouso, acaban de instaurar en Madrid. El nombre es la primera seña de identidad: Furancho Galician Food.

El local, emplazado en el corazón de la capital del reino, junto a la plaza de España, evoca y actualiza el concepto de los furanchos ya que, al igual que estos, está pensado para ser un lugar de encuentro de jóvenes y mayores, donde la animada conversación se amenice con las más ricas materias primas de la despensa gallega y se riegue con bebidas autóctonas.

Furancho Galician Food abrió ayer sus puertas con el objetivo, como indica Pablo Pouso, de ofrecer una experiencia culinaria gallega y de exportar la marca. Pero ese no es su único atractivo porque, como explicó Guillermo Simarro, los precios de las propuestas culinarias a disposición de los clientes tienen un coste «al alcance de cualquier bolsillo».

Un equipo gallego

En el acto inaugural, Guillermo Simarro y Pablo Pouso explicaron a los asistentes qué es un furancho, establecimiento tradicional autóctono que les sirvió de inspiración para desembarcar en Madrid con su nueva propuesta. Once personas, cuatro en la cocina y seis atendiendo la sala, todas ellas gallegas, serán las encargadas, a partir de ahora, de preparar y servir chupitos de crema de patata con zamburiñas y suave ajada, navajas cítricas, filloas rellenas de almejas a la marinera con verduritas o pulpo a la mugardesa.

En la presentación, Guillermo Simarro, consejero de la empresa Resgalsa, que ha puesto en marcha el restaurante, expresó el objetivo que ha marcado todo el proyecto: «Queremos que estéis prácticamente como en casa». El ambiente cálido es, precisamente, lo que predomina en este local de 160 metros cuadrados.