Polémica en Portugal por el uso de Jesucristo en una campaña sobre la adopción homosexual

Begoña Íñiguez

SOCIEDAD

Catarina Martins, portavoz del Bloco, declaró que «lo hacemos para generar un debate sin tabúes en nuestra sociedad

27 feb 2016 . Actualizado a las 14:08 h.

La utilización de la imagen de Jesucristo en los carteles que conmemoran la aprobación en el Parlamento luso, el pasado 10 de diciembre, de la adopción por parte de las parejas homosexuales, ha hecho estallar la polémica en Portugal. El artífice de la campaña es el Bloco de Esquerda, hermanado con Podemos, quien, desde hoy, difundirá por todo el país los carteles, muy criticados por los sectores más conservadores y por la Conferencia Episcopal portuguesa (CEP). En ellos, sobre un fondo rosa y verde, se puede leer en grande: «Jesús también tenía dos padres», y con letra más pequeña: «El Parlamento termina con la discriminación en la Ley de adopción». En la campaña hay también otros carteles, sin el rostro de Cristo, presididos por la palabra «igualdad» acompañada de imágenes y composiciones con los diferentes tipos de familia.

Catarina Martins, portavoz del Bloco, declaró que «lo hacemos para generar un debate sin tabúes en nuestra sociedad. Es un tema que nos afecta a todos». «No pretendemos herir sensibilidades, simplemente queremos conmemorar una fecha histórica en el respeto por las personas y por las familias diferentes», añadió. El Bloco es el tercer partido en la Asamblea de la República y uno de los socios del primer ministro, el socialista Antonio Costa.

El portavoz de la CEP, Manuel Barbosa, criticó la iniciativa por considerar «una afronta para los cristianos usar a Jesús en una campaña partidaria». Para Barbosa, «estamos en la cuaresma, a las puertas de la Semana Santa y no es momento para hacer este tipo de cosas».

Los obstáculos de Cavaco

El presidente luso, el conservador Cavaco Silva, puso todos los obstáculos legales para retrasar la aprobación de la ley que permite la adopción a las parejas homosexuales, que fue aprobada el 10 de febrero con los votos de los partidos de izquierda.