Hay que pensar en el futuro

Cristóbal Ramírez

SOCIEDAD

17 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Docenas de miles de peregrinos (más de medio millón desde el primer Xacobeo) eligen cada año una localidad gallega para comenzar su Camino de Santiago. La Iglesia católica ha decidido que con menos de 100 kilómetros no se otorgue a nadie la Compostela, y la Iglesia no tiene por costumbre convocar referendos entre sus fieles para variar sus normas. Pero se encuentra ahora con la propuesta de un grupo recientemente creado -con gente muy veterana en sus filas- de aumentar esa distancia a 300 kilómetros. O sea, que todos aquellos que han elegido O Cebreiro, Tui, Sarria, Ferrol, Ourense, Triacastela? para echar a andar ya no podrían hacerlo si quieren obtener la distinción que se concede a los peregrinos. ¿Alguien ha pensado en qué significa eso para las arcas de los negocios privados que hoy, como ocurre desde la Edad Media, viven a lo largo de las rutas jacobeas? ¿O se va a acabar pidiendo pureza de sangre peregrina para acceder al Camino? ¿Qué piensan de ello los alcaldes de Pedrafita o Triacastela, o el de Portomarín, ayer galardonado con el premio Camino de Santiago? Avanzo, y apuesto, a que todos ellos y muchos más firmarían estas cinco palabras referidas a los 300 kilómetros: son una ruina para Galicia.