Tailandia celebra los 88 años de su rey sin saber nada sobre su salud

maría piñeiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

RUNGROJ YONGRIT | EFE

El monarca no aparece desde septiembre y su hijo Maha, un príncipe con mala fama de 63 años y del que nada saben los ciudadanos, se abre paso

06 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El soberano tailandés Bhumibol, de 88 años, 69 en el trono, no aparece en público desde septiembre, aunque desde hace años cae sobre él la sombra de la enfermedad: se le han adjudicado infecciones, embolias, cirugías y hasta alzhéimer. Al parecer, en los últimos meses una infección pulmonar y una hidrocefalia lo mantienen apartado de sus súbditos -en Tailandia hay que postrarse en el suelo para hablar con el rey y no se le puede mirar a la cara, ya que se le considera un dios-, y encienden las especulaciones sobre cómo será la transición de su polémico hijo Maha.

Resulta difícil entender el funcionamiento de las monarquías del sudeste asiático, y Tailandia no es una excepción. Hablar de la familia real en público puede suponer hasta 15 años de cárcel, y el monarca está totalmente blindado por las leyes. Con una fortuna personal que, dice Forbes, es la mayor del mundo de la realeza -32.000 millones de euros- no paga impuestos ni tiene ninguna fiscalización. Posee acciones en todo tipo de empresas, se dice que es dueño de la tercera parte del distrito financiero de Bangkok: nada menos que 36.000 inmuebles son suyos.

Bhumibol, casado desde 1950 con la reina Sirikit, pariente lejana, tiene tres hijos, pero solo un varón, Maha. Este es el heredero del reino, pero ha de lidiar con la mala fama. Su propia madre lo calificó de don Juan y en los últimos años estuvo siendo señalado como centro de una trama de corrupción en el país. Lo único que saben fehacientemente los ciudadanos de su príncipe de 63 años es que ha sido piloto de combate; ni siquiera tienen claro cuántas bodas celebró.

Tres bodas, tres divorcios

La primera de las mujeres de Maha fue Soamsavali, prima por parte de madre, con la que tuvo una hija, Bajrakitiyabha. Después es casi seguro que se casó -aunque ni siquiera su madre asistió a la ceremonia, ya que estaba en contra de la boda- con Yuvadhida Polpraserth, con quien tuvo cinco hijos -cuatro chicos y una chica- que mandó a vivir a Estados Unidos, y al parecer les retiró todos los títulos y posibilidades de heredar el trono. Finalmente, en el 2004 conoció a la ya exprincesa Srirasmi, una bailarina que pronto se convirtió en su mujer y le dio un heredero, el príncipe Dipangkorn Rasmijoti. El escándalo de Maha con su mujer Srirasmi en toples en la piscina celebrando el cumpleaños de su perro dio la vuelta al mundo. Tanta es la mala fama de Maha que el rey decidió elevar a su hija Sirindhorn, soltera y sin hijos, a la categoría de heredera, pero no está claro si eso supondrá un problema para Maha. De hecho, desde que el príncipe se divorció hace un año de la polémica Srirasmi parece haber mejorado su imagen. Estas semanas protagoniza los actos en honor al rey, pero en Tailandia las cosas son mucho más complicadas de lo que parecen.