Los gallegos mantienen su dieta pese al aviso de la OMS sobre las carnes

JUAN CARLOS MARTÍNEZ REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Cambios en los hábitos alimenticios sobre la carne

Solo un 2,4 % de los encuestados aseguran que ha cambiado sus hábitos alimenticios

17 abr 2019 . Actualizado a las 19:07 h.

El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la posible influencia del consumo de carnes rojas y de elaborados cárnicos en la aparición de cánceres de colon y recto no ha causado mella entre los consumidores gallegos, de acuerdo con los resultados de la encuesta elaborada por Sondaxe para La Voz de Galicia. Solamente un 2,4 % de los encuestados admiten que han cambiado sus hábitos alimenticios desde que se publicó ese documento, y más de 95 de cada cien afirman que se mantienen fieles a su menú habitual, tanto mujeres como hombres. La encuesta desvela la existencia de un 2 % de personas que no consumen carne, y en el muestreo del barómetro coincide que todas ellas son del sexo femenino.

Examinando el ámbito geográfico de la encuesta, resulta que los más sensibles a la recomendación de la OMS son los ourensanos, porque en aquella provincia hubo un 4,6 % de respuestas de personas que habían reducido el consumo de carnes, lo que contrasta con el hecho de que los encuestadores no encontraron allí, como en la provincia de Lugo, ninguna persona que se declarase vegetariana. La respuesta negativa a la pregunta sobre el cambio de menú apenas tiene variación por edades: solo desciende ligeramente (menos de un punto porcentual sobre la media) entre los encuestados más jóvenes.

El número de ciudadanos que se manifestarían contrarios a un cambio de dieta probablemente sería aún mayor si no se quedaran solo con los titulares o los comentarios de amigos y se tomaran en cuenta los matices que la OMS introduce en su informe. En primer lugar, diferencia los riesgos entre las carnes rojas (incluyendo en este epígrafe todas las que no son de aves) y los elaborados cárnicos, a algunos de los cuales se les incorporan conservantes, potenciadores del sabor y otras sustancias que la carne por sí sola no presenta. Además, lo expresa con mucha prudencia: «Después de una revisión exhaustiva de la literatura científica acumulada, un grupo de trabajo de 22 expertos de 10 países, convocados por el programa de monografías del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, clasificó el consumo de carne roja como probablemente carcinógeno (grupo 2A) para los humanos, basado en evidencia limitada de que el consumo de carne roja causa cáncer en los humanos». La misma organización señala que las pruebas son limitadas, y el riesgo 2A no es tan definitivo como el 1A que se atribuye, por ejemplo, al consumo de tabaco.

La respuesta de los encuestados gallegos tiene otros datos en los que apoyarse. Galicia es la primera comunidad de España en consumo de carne vacuna y porcina per cápita. Sin embargo, se encuentra en el sexto lugar de las comunidades españolas en cuanto a mortalidad a causa de cánceres colorrectales.

Consenso casi general sobre el carácter alarmista del informe

El informe de la OMS ha causado alarma, sobre todo, en los sectores económicos implicados en la producción y elaboración de carnes, pero también el público general ha sido sensible a la inquietud que puede causar relacionar la incidencia de una enfermedad grave con el consumo de esos productos.

Así, el 73,1 % de los encuestados señalan esa condición intranquilizadora del aviso de la organización, frente a un 18 % que no consideran preocupantes las indicaciones del documento.

Son las mujeres las que en mayor medida han visto alarmante el informe, y, por edades, coinciden en apreciarlo así uno de cada cuatro encuestados de 55 años o más, frente al 70,6 % de respuestas en el mismo sentido de los encuestados más jóvenes.

Los ciudadanos residentes en la provincia de Ourense son los que en mayor medida se han implicado en este debate. Allí se encontró el mayor número de encuestados que criticaron los efectos del aviso y también la mayor proporción de que no consideraron que pudiera causar ningún sobresalto. Ninguno de los encuestados de esa provincia manifestó desconocer de qué trataba la pregunta, y fue en Ourense donde se registró la menor proporción de ciudadanos que no quisieron contestarla. Por tipo de hábitat, los que en mayor medida señalaron que la OMS creó alarma social fueron los habitantes de las ciudades.

El pescado, segunda opción frente a la carne en las cuatro provincias gallegas

Los médicos de familia, los bromatólogos, los nutricionistas y las abuelas recomiendan siempre una dieta equilibrada. Y cuando el paciente empieza a ganar más peso del que le corresponde, suele recomendársele que coma más pescado que carne.

En el caso de Galicia, comunidad con un acceso privilegiado a los frutos del mar, las preferencias se decantan por los frutos del cortello. Un 42,7 % de los encuestados dijeron que habitualmente consumen más carne que pescado y solo un 27,3 %, que más pescado que carne. Aún son más los que aseguran comer ambas fuentes de proteínas por igual. Ourense y Pontevedra son las provincias con más aficionados al pescado y en A Coruña es en donde se obtuvieron más respuestas de vecinos que dicen comer carne y pescado por igual.

Los varones se decantan en mayor medida por la carne que las mujeres, aunque también entre estas el pescado es segunda opción. Es significativo el cambio de preferencias por edad: los más jóvenes son los más carnívoros, y los mayores, los más piscívoros.