El modisto participó en Compostela en una jornada sobre moda nupcial
28 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Lorenzo Caprile no habla de tendencias. Lo suyo es ir por libre en lo que a moda se refiere. La única pauta que sigue es «adaptarme a mis clientas», dice. «Más que lo que quiere la novia, se trata de hacer lo que le queda bien», explica. El autor del vestido de novia de la infanta Cristina y de gran parte del armario festivo de la infanta Elena acaparó todo el protagonismo -sin ir detrás de él- en Santiago, donde participaba en una jornada para profesionales dentro del showroom Locas Musas, que durante este fin de semana llenará de propuestas de moda nupcial el hotel A Quinta da Auga.
Caprile afirma estar «en un momento muy tranquilo profesionalmente». Lleva más de veinte años en el mundo de la moda y siente que ha llegado a un punto «de madurez, en el que puedes recoger lo que has sembrado durante todo este tiempo».
Sin embargo, no cierra las puertas a embarcarse en nuevos proyectos que puedan hacer sus diseños más accesibles para la gente de la calle, como hizo en su colaboración con H&M hace unos años Karl Lagerfeld o, este mismo año, la casa fundada por Pierre Balmain. Caprile, que en varias ocasiones defendió el papel que juega en la industria Inditex, asegura que «no tendría problemas en trabajar con Zara, ojalá lo haga». Sin embargo, no está entre los planes a corto plazo del madrileño un proyecto de este calibre, ni con esta ni con otra firma comercial: «Ya quisiera yo, pero no está a la vista», aclara.
El modisto -rehúsa el término de diseñador, porque se siente más próximo al concepto de confección- es una referencia en moda nupcial. «Es una industria como cualquier otra y las exigencias son todas», dice. «La moda nupcial oficial tiene muchos pájaros en la cabeza, yo lo que exijo a mis novias es que se analicen y que entiendan que ese no es el día para ser la más moderna ni la más original, sino para estar guapísimas», sentencia.
La «moda» Muñoz-Pedroche
De los muchos vestidos que ha hecho para personajes VIP, reconoce que el que le hizo más ilusión fue el primero, a Carla Royo-Villanova. Y, aunque dice que estos trabajos son «como medallas que uno se pone», confiesa que no es «nada mitómano». ¿Y qué piensa de que una pareja de famosos como Cristina Pedroche y David Muñoz se sumaran a la moda del low-cost casándose con camisetas de andar por casa? «Son modas, como otra cualquiera. Todo es cíclico y lo más seguro es que lo siguiente sea la ostentosidad», augura.