Profesores con ganas de aprender

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

GONZALO BARRAL

Docentes de toda Galicia participaron en el cuarto encuentro InspiraTICs para conocer lo último de la tecnología que es más útil en el aula

20 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El cuarto encuentro InspiraTICs reunió ayer en el Museo Santiago Rey Fernández-Latorre a más de un centenar de maestros de toda Galicia para conocer las últimas novedades tecno-metodológicas en educación, e intercambiar experiencias y opiniones al respecto. La reunión estaba organizada por la Plataforma Proyecta, un espacio de la Fundación Amancio Ortega y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre que promueve el uso de las nuevas tecnologías (TIC) en el aula.

Uno de los momentos más interesantes de la jornada fue la mesa redonda entre expertos en la aplicación de las TICs en educación, a la que se sumó el público con preguntas y reflexiones. Además de Raúl Santiago, ponente de la charla principal, en el debate estaban María José Soto, profesora de Economía del IES As Barxas (Moaña); Ana Mariño, asesora TIC en el Centro de Formación y Recursos de Vigo, y César Fernández, profesor de Tecnología y dinamizador TIC en el IES de Meaño.

Aunque las nuevas aplicaciones informáticas eran el telón de fondo, en el coloquio se habló mucho de emociones y de respeto por los estudiantes; de cómo luchar contra «una zona de confort muy confortable» de algunos profesores, como apuntaba uno de los presentes, y de personalizar el aprendizaje al ritmo de cada alumno. Eso sí, por mucho que lo intentó Raúl Santiago, nadie entró el debate de la falta de autocrítica: «Igual que un médico dedica tiempo semanal a formarse porque sí, porque quiere, ¿podemos decir que es una práctica generalizada entre los profesores? Yo creo que no», planteaba el experto.

De las conclusiones de la jornada destacan varias ideas, como la de César Fernández, quien cree que «el profesor tiene que atreverse a decir ?no sé? en clase»; que «el aprendizaje es social», de vasos comunicantes, según la visión de María José Soto, y que para dar el salto al mundo digital lo importante es que cada profesor vaya a su ritmo, «hay que empezar por aquello que dominas, aunque sea una grabadora», como explicó Ana Mariño.

GONZALO BARRAL

Relajar el currículo para que sea de verdadero provecho al alumnado, tender puentes a otros profesores -«abrir la puerta», fue el término utilizado- y buscar estrategias para atender las necesidades de los alumnos que no están en la media de la clase, fueron otros de los asuntos planteados por el público.

Raúl Santiago, maestro de docentes: «Nuestros alumnos tendrán profesiones que aún no existen»

El ponente principal del encuentro InspiraTICs fue Raúl Santiago, maestro de docentes en La Rioja, donde dirige el máster de Metodologías y Tecnologías Emergentes aplicadas a la Educación. Santiago recalcó durante su charla que la tecnología siempre tiene que estar al servicio de la labor docente del profesor y este, a su vez, tener su meta en el aprendizaje del alumno. Defensor de la Flipped Classroom (o aula invertida), Raúl Santiago cree que aplicar con inteligencia la tecnología debe suponer algo más que sustituir (el libro de texto por un digital, por ejemplo): transformar.

«Si yo fuese ministro de Educación -bromeó a modo de resumen-, querría conseguir unas pocas cosas para la escuela», y puso ejemplos: el uso de tecnología móvil en el aula («tuitear es resumir»); fomentar que el alumno sea creador de contenidos; alinear la tecnología con la metodología (para qué necesito esto es su pregunta básica); hacer proyectos sostenibles en el tiempo; que se promoviesen los itinerarios personalizados -lo que llamó «aprendizaje de autor»-, y que se aplicase la Flipped Classroom.

Raúl Santiago defiende que, bajo parámetros básicos y de sentido común -citó a pedagogos de los años 20 y 50-, la escuela debe modernizarse en el método, el ritmo y el currículo: «Preparamos en las aulas a nuestros alumnos para profesiones que todavía no existen».