La Universidade de Vigo participa en el proyecto para desviar un asteroide

La Voz VIGO

SOCIEDAD

La Agencia Espacial Europea encarga a la institución gallega crear un minisatélite para estudiar Didymos, que será lanzado en el año 2020

03 nov 2015 . Actualizado a las 16:23 h.

La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas inglesas) y la NASA pondrán en marcha en el año 2020 un proyecto conjunto de varios satélites para tratar de desviar la trayectoria del asteroide Didymos. En esa misión participará un grupo de investigadores de la Universidade de Vigo.

Se trata de la Agrupación Aeroespacial de la institución académica viguesa, que puso en órbita su primer satélite en febrero del 2012 y que ya lleva tres. El proyecto prevé que haya minisatélites -de tipo cubesat, como el primero que hizo la Universidad viguesa- analizando los trozos de polvo y rocas que se desprendan del satélite del asteroide, así como la composición mineral de los mismos, lo que servirá para determinar el origen del asteroide. El grupo que dirige Fernando Aguado tendrá que proponer una solución tecnológica para ello. La ESA ha encargado a cuatro instituciones que hagan sus propuestas y luego se decidirá por una o integrará varias.

Didymos es un asteroide binario, es decir, un sistema con un asteroide que orbita en torno a otro, a modo de luna. El grande tiene 1,5 kilómetros de diámetro. La luna, de 170 metros de diámetro, se conoce informalmente como Didymoon -moon es luna en inglés-. Es a ella adonde se dirige la misión, bautizada como AIDA. El objetivo es doble. Primero se lanzará un satélite para estudiar el asteroide, hacer experimentos, mapas y tomar fotografías. Lo hará la ESA. La NASA aparecerá en julio del 2021 con el lanzamiento de una sonda de choque contra la luna del asteroide. Según la Universidade de Vigo, esto podrá servir para construir modelos de impacto «que poidan servir para desviar nun futuro corpos que se dirixan cara á Terra».

La Universidade tendrá la colaboración de la empresa suiza Micos, especializada en óptica, y de la Universidad de Bolonia, que se encargará la parte de propulsión del satélite. El grupo gallego coordinará la misión y desarrollará la plataforma del satélite, con todo el calibrado técnico, el ordenador de a bordo, etcétera. Podrá probar un sistema de comunicación entre satélites, ya que en la misión participarán varias naves. La ESA eligió a la Agrupación Aeroespacial de la Universidad de Vigo tras competir con otras instituciones públicas y privadas. La propuesta se hizo en marzo.

Esta será la primera vez que el ser humano intente desviar la trayectoria de un astro. El impacto sería en octubre del 2022, dos años después de enviar los primeros satélites, por la cercanía que en ese momento tendrá el astro a la Tierra.

«Que confíen en nós como unha das cinco institucións participantes nesta misión é un acicate para continuar co traballo desenvolvido na Universidade», dijo Fernando Aguado, según un comunicado de la institución difundido ayer. En total serán ocho los ingenieros del grupo de investigación que van a participar en este proyecto, junto a dos expertos de Bolonia en propulsión y dos especialistas en óptica de la empresa suiza.

Una aventura a una distancia «similar a 40 viajes a la Luna»

El proyecto en el que trabajará la Universidade de Vigo es DustCube, un cubesat que se situará a una distancia de entre 2 y 4 kilómetros del asteroide y que se encargará de analizar los fragmentos de polvo y rocas que se desprendan tras la colisión (tamaño, forma, densidad...) y la composición mineral de los fragmentos, lo que le dará a los científicos mucha información sobrar el origen del asteroide, edad... El envío de este satélite también permitirá medir la degradación de las comunicaciones ópticas entrar la nave AIM y la Tierra provocadas por la nube de polvo, así como probar un sistema de comunicación entre satélites, ya que el tamaño de los cubesats deber a enviar a señal al AIM (Asteroid Impact Mission) para que este lo derive a una estación terrestre.

La fecha de lanzamiento, octubre del 2020, fue escogida por los ingenieros y científicos de la ESA habida cuenta lo que tarda en llegar el satélite y los meses que deberá estar orbitando para llevar adelante con éxito a misión, ya que cuando el satélite llegue al asteroide este se encontrará en su punto más próximo a la Tierra, 11 millones de kilómetros, «una distancia similar a 40 viajes a la Luna», según explican fuentes del proyecto.