Las incontinencias de Justin Bieber

nacho blanco REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

HEIKO JUNGE | AFP

Abandonó un concierto en Oslo tras la primera canción al lanzarle agua el público, dos días después de su espantada en la radio española

31 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Es ya la segunda espantada en solo una semana. El cantante canadiense Justin Bieber, de 21 años, ídolo de masas juveniles, la ha vuelto a armar. Si el jueves dejó literalmente en el aire a sus entrevistadores en el estudio de una radio musical española en riguroso directo, ayer desapareció del escenario de un concierto en Oslo. En el caso español dejó el micrófono alegando que tenía que ir al baño.

Aunque en su actuación musical en la capital noruega hubo una excusa y no una incontinencia de grado uno. Los miles de groupies escandinavos que asistían a la gala solo pudieron escuchar uno de sus temas, Boyfriend, el primero del repertorio. Parece que algunos de los espectadores le lanzaron agua al artista, lo que enfureció a Bieber hasta el punto de abandonar el escenario precipitadamente. Eso sí, antes, intentó limpiar personalmente el agua del suelo con su chaleco, pero como continuaba la borrasca mandó callar a su orquesta y al público con estas palabras: «Da igual. Se acabó. No voy a dar el concierto». De inmediato, se dirigió al camerino, para no volver a subirse a las tablas, a pesar de los jóvenes que coreaban su nombre y pedían su regreso tras la inesperada ducha.

Poco después, Justin Bieber quiso justificar su desaparición a lo Cuarto Milenio en su cuenta de Instagram. «Por desgracia, ha sido una semana dura para mí, con largos días sin poder dormir (...). No siempre manejo bien las cosas, pero soy humano y me esfuerzo por mejorar», comentó.

Para el canadiense no es la primera agarrada con su público. Decir Bieber y polémica es casi lo mismo. En sus giras musicales ya ha tenido encontronazos, caso de la agresión a un fotógrafo antes de un concierto en Argentina. O los escándalos por conducción temeraria -por la que fue condenado a dos años-, rodearse de gente de dudosa reputación o consumir drogas. Un émulo en versión masculina de Miley Cirus, artistas que saben que la notoriedad está muy cara y hay que buscarla cómo sea.

En Oslo Bieber dejó a los fans vikingos descorazonados. Una sola canción para tanta espera. Cual gremlin, todo lo que tenga que ver con el agua lo lleva mal el cantante. Tanto baño hace daño.