Una disciplina del lejano oriente para controlar el alzhéimer

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La asociación AFAL Ferrolterra incorpora el yoga como terapia para personas con enfermedades neurodegenerativas

29 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es importantísimo ayudar a las personas con alzhéimer a mantener sus capacidades motoras el mayor tiempo posible». Esta enfermedad neurodegenerativa no tiene cura, pero con iniciativas como el «xerontoioga», un proyecto creado por la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer -Afal Ferrolterra-, «se mantienen las destrezas motoras y se refuerza la autoestima», asegura Noelia Ríos, terapeuta ocupacional y coordinadora de esta entidad.

Este proyecto innovador, que cuenta con la colaboración anual de Obra Social «la Caixa», conjuga varias áreas de intervención a través del yoga, gracias a posturas adaptadas específicamente para los participantes, que en su mayoría tienen problemas motores, y una adecuada respiración. Como comenta Noelia Ríos, «para los usuarios de nuestra asociación es básico salir de la rutina e ir consiguiendo respuestas que afiancen su optimismo». Una idea que casa perfectamente con el planteamiento de «xerontoioga».

Este proyecto nació a finales del año 2013 con un grupo bastante reducido de usuarios, «siempre pensamos que es mejor que las clases tengan pocos participantes para que la orientación sea lo más individualizada posible». Por otro lado, varias usuarias de AFAL ya practicaban yoga antes de entrar en la asociación, «así que pensamos que era buena idea que mantuvieran prácticas que ya formaban parte de su día a día», aclara Ríos.

Dos años más tarde, casi veinticinco personas con alzhéimer o demencia diagnosticada participan de estas clases, que están tuteladas por un terapeuta ocupacional y un fisioterapeuta. «Se trata de dos sesiones semanales de una hora cada una», dice Ríos. Se empieza por 15 minutos de calentamiento, continúan con media hora de «asanas» -posturas típicas de esta disciplina oriental- y el final de la clase se basa en la relajación. «Estas actividades no solo gustan a los usuarios porque refuerzan su autoestima cuando consiguen realizar las posturas, sino que a lo largo de este tiempo que llevamos impartiendo ?xerontoioga? hemos medido la amplitud articular y los resultados son favorables».

Ríos no se cansa de resaltar que, para superar los objetivos es necesario que los usuarios se encuentren en la fase inicial de la enfermedad. «Es el momento en el que podemos ser realmente útiles y cuando contamos con recursos para ayudar a que se retrase el deterioro cognitivo». Del mismo modo, Ríos quiere transmitir a los familiares de personas con este tipo de enfermedades que es básico que lleven a sus parientes a una asociación especializada desde el momento en el que se les diagnostica la enfermedad. «En ocasiones hay un pensamiento erróneo, y muchos familiares creen que como el enfermo se encuentra en el estado inicial de la enfermedad, de momento, se pueden ocupar de ellos. Sin embargo, a la familia le viene bien un respiro para que puedan continuar los cuidados». Además del espacio necesario para los familiares, AFAL Ferrolterra les ayuda a integrarse en esta enfermedad mediante cursos específicos.

«Xerontoioga» no es la única actividad con que cuentan las dos sedes de una asociación que lleva más de 18 años ayudando a personas con enfermedades degenerativas. Y es que quienes acuden al centro de día toda la jornada (ocho horas) o la mitad de ella (cuatro horas), tienen un amplio abanico de talleres a elegir. Uno de los proyectos estrella que ha incorporado AFAL Ferrolterra a su lista parte de contacto con la naturaleza, donde estas personas colaboran en una plantación y, acompañados por especialistas, realizan actividades con animales a partir de las cuales «mejoran su psicomotricidad», asegura Noelia Ríos. Además, añade, «muchos de nuestros usuarios tenían un pasado vinculado a una granja. Así, reviven los momentos que vivieron en su niñez».