Una emigración desde Eurasia cambió el ADN de los africanos hace 4.000 años

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Lo revela la primera secuenciación del genoma antiguo de un africano, hallado en el 2012 en una cueva de Etiopía

09 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera secuenciación del genoma antiguo de un africano, hallado en el 2012 en una cueva de Etiopía, revela que hace unos 4.000 años se produjo una gran migración desde el oeste de Eurasia hacia África. Estos movimientos de los pobladores de Oriente Próximo de vuelta al continente africano influyeron más de lo que se pensaba en el ADN de los africanos modernos, que en la actualidad cuentan con al menos un 5 % de genoma euroasiático. En el este de África, la cifra asciende al 30 %.

Mota, o como le han bautizado ahora, Bayira -primer nacido en el idioma local-, era un humano anatómicamente moderno de 1,58 metros de estatura y 55 kg de peso. Vivió hace unos 4.500 años en la cueva Mota del macizo de Etiopía, donde en el 2012 se hallaron algunos restos óseos con la ayuda de miembros de la tribu Gamo.

La secuenciación de su genoma arroja luz no solo sobre quién fue, sino también sobre quiénes fueron sus ancestros. Desde que hace cinco años se secuenciara el primer genoma antiguo completo, que pertenecía a un esquimal del Ártico (donde se conserva mejor el ADN por el frío), es la primera vez que se completa el de un africano antiguo. Con Mota, ya son 15 los genomas de antiguos humanos descifrados.

Según el análisis fenotípico, realizado a partir del ADN del hueso temporal del cráneo, el genoma de Mota «no posee ninguna de las variantes europeas respecto a color de ojos y piel, ni tampoco las que otorgan tolerancia a la lactosa», según explicó a la agencia Sinc Marcos Gallego, investigador en el departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y uno de los autores del estudio que publica Science.

Sin embargo, el científico señala que tres alelos de su ADN intervienen en la adaptación a altas altitudes.