Los tribunales pueden dejar sin BlaBlaCar a 125.000 usuarios gallegos

maría cedrón REDACCIÓN /LA VOZ

SOCIEDAD

Pilar Canicoba

El mismo juez que clausuró Uber en España decidirá sobre la posible suspensión cautelar de la plataforma, que se reivindica como «red social»

02 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los 125.000 usuarios que tiene en Galicia BlaBlaCar, la red que pone en contacto a personas para compartir coche particular, están en vilo estos días. Aguardan la decisión del titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid, Andrés Sánchez Magro, sobre la suspensión cautelar de la plataforma después de que Confebús la acusara de competencia desleal. Es el mismo magistrado que prohibió a la multinacional estadounidense Uber operar en España y que ayer escuchó los argumentos de ambas partes durante la vista previa a su veredicto celebrada en Madrid. Hace unos días, Confebús también acusó a Renfe de lo mismo, argumentando que el ente ferroviario ofrece a los usuarios precios por debajo del coste real.

La denuncia de Confebús contra BlaBlaCar está basada en el hecho de que, como argumentan, esta ejerce de intermediario entre empresas de transporte que carecen de licencia y sus pasajeros. De ahí que estaría ejerciendo una competencia desleal con las empresas de autobús que pagan sus correspondientes tasas por desarrollar su servicio. La plataforma, que dice no haber tenido problemas en los otros 18 países donde ejerce la actividad, se defiende y explica que únicamente son una «red social».

Pero ese es solo uno de sus argumentos de defensa. Durante la vista de ayer sus representantes esgrimieron muchos más. Recordaron que el ánimo de lucro del que, dice, acusa Confebús a los usuarios que ofrecen plazas libres a otros viajeros en su coche no es real. «No está permitido y hay múltiples mecanismos para evitar que pueda existir», indica. Algunos de ellos son, añade, poner coto a la aportación que pueden pedir a la hora de anunciar un trayecto hasta disponer de un equipo de más de sesenta personas revisando la actividad de la plataforma. Pero las empresas de bus representadas por Confebús alegan que la actividad de BlaBlaCar les supone un 20 % de su trabajo en los trayectos más populares (los que unen Madrid con Valencia y Alicante), un índice que se amplía hasta el 44 % durante el sábado o el domingo. En cambio, el informe técnico presentado ante el titular del Mercantil número 2 de Madrid por la plataforma de Internet habla de que el impacto sobre el sector del transporte público es solo del 0,3 %. Además apuntan que «un 98 % de los usuarios que ofrecen sus plazas libres a terceros realizan una media de dos viajes al mes».

Cinco años de actividad

BlaBlaCar comenzó a operar en España en el año 2010 acorde a la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información. Después de darse de alta en la página, los usuarios podían publicar un viaje y ofrecer un número determinado de plazas en su coche. También ponían un precio por cada una. Los viajeros podían reservar y pagar luego al conductor la cantidad señalada tras haber llegado a su destino. Ese modo de operar cambió no hace mucho para que no hubiera imprevistos, como argumentan desde BlaBlaCar. Entre otras cosas tratan de evitar que los que han reservado no se presenten en la fecha y hora indicadas para emprender la ruta.

Ahora el usuario que reserva plaza debe abonar el pago con tarjeta por Internet. BlaBlaCar cobra un pequeño índice sobre la cantidad convenida en concepto de gastos de gestión de reserva online. Esta puede ser automática o bien el dueño del vehículo puede rechazar al viajero en cuestión. El abono se realiza en la cuenta del conductor unos días después de hacer el trayecto.