Sirios a patadas

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

SOCIEDAD

14 sep 2015 . Actualizado a las 14:12 h.

Petra tenía miedo. Es su explicación para un acto inexplicable. Para los sirios que cruzaron la frontera de Hungría y exhaustos fueron recibidos a patadas por una reportera. Pero es que Petra tenía miedo. Es su explicación para un acto inexplicable. El miedo, Petra, es lo que pasa un niño de ocho años que abandona su hogar sin entender bien lo que es la guerra y que es recibido a patadas por una reportera. Miedo, Petra, es lo que pasa un padre caminando cientos de kilómetros con su hijo en brazos huyendo del presente sin saber cuál será su futuro, ni si habrá futuro, y es recibido a patadas por una reportera. Miedo, Petra, es tener que ponerse en manos de las mafias para poder cruzar países con lo puesto y ser recibido a patadas por una reportera.

Miedo es, Petra, ver como tus hijos se resbalan de tus manos y se los tragan las olas. Miedo es verlos muertos en las portadas de los periódicos de todo el mundo.

Miedo es dormir hacinado en la estación de Budapest para intentar coger un tren que te aleje del terror de la guerra. Miedo es, Petra, coger una cámara para ir a morir por el bombardeo del ejército estadounidense al hotel Palestina. Miedo es, Petra, ser decapitado por el ISIS por intentar contar qué es lo que está pasando. Miedo es, Petra, descubrir que hay compañeros de profesión capaces de recibir a patadas a los refugiados. Miedo es que existan personas como tú. Eso sí que da miedo.