José María Arias Mosquera: «La Barrié fomenta el talento e identifica alumnos de altísimas capacidades»

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

La institución gallega afronta una fase de nuevos proyectos y estrategias para mejorar la formación y la educación en Galicia

13 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

José María Arias Mosquera (Santiago, 1953) preside la Fundación Barrié, una institución que lleva desde hace casi medio siglo contribuyendo decisivamente a mejorar la formación y la educación en Galicia.

-Tengo que preguntarle por los últimos cambios en la Fundación, en especial el hecho de prescindir del director. ¿A qué obedece?

-Es un proceso natural en todas las organizaciones. Se producen cambios para abordar nuevos proyectos, nuevas estrategias, nuevos planteamientos... En definitiva, se cambia siempre para mejorar y el objetivo que perseguimos es una mejora continua.

-Tras la integración del Pastor en el Popular, ¿en qué situación ha quedado la Barrié?

-La Fundación es total y absolutamente independiente. Sus órganos de gobierno no tienen nada que ver con una de las inversiones de la fundación; pero es que la fundación tiene más inversiones. Y desde siempre la fundación ha mantenido planteamientos independientes, cosa muy diferente era la ligazón entre el Banco Pastor y la fundación en base al interés de nuestro fundador, pero nuestros criterios y nuestros planteamientos siempre fueron independientes, jamás la fundación fue un brazo del márketing de Banco Pastor. Somos una institución muy seria, somos muy sólidos, no permitimos ninguna salida de cara a la galería, ninguno de nuestros proyectos busca un titular en prensa. Nuestro trabajo es serio, creo que eficaz (son 400 millones los que hemos invertido en Galicia en ests últimos años y hemos abarcado todo tipo de proyectos).

-¿Cómo ha evolucionado el presupuesto de la fundación desde el 2012?

-A pesar de la situación económica que ha vivido España y a la que nadie, ninguna empresa, es ajena, hemos mantenido nuestros presupuestos de manera continua y constante. Y hemos asumido todos los proyectos, todos los planteamientos y todos los compromisos, no hemos dejado de realizar ninguna actividad. Bien es cierto que introdujimos, pero ya antes del 2012, un cambio: optamos en el área expositiva por desviar parte de los fondos a acción social, porque la situación en Galicia lo demandaba.

-¿En cuánto está el presupuesto actual?

-Estamos manejando alrededor de 14 millones de euros, es muy estable. Hay que tener en cuenta que si no haces proyectos de cara a la galería, los proyectos son a medio plazo. Y tu tienes que tener un decanaje de inversiones a lo largo de un periodo de tiempo. La Fundación no elabora el presupuesto dos meses antes del comienzo del ejercicio siguiente, sino que es una temática que está establecida a 3 y 5 años vista en función de lo que demanda cada uno de los proyectos. Tenemos proyectosmuy serios y que demandan inversiones escalonadas en el tiempo.

-Entonces, ¿esa cifra se va a mantener en los próximos ejercicios?

-Sí, y seguramente, conforme vaya mejorando la situación económica española, sin duda alguna aumentará.

-En su bienvenida en la web de la Fundación habla de «la gravísima situación que atraviesa la sociedad gallega». ¿Tan mal está la cosa?

-Tenemos problemas, no mayores que el resto de la sociedad española en general, pero tenemos problemas. Algunos más agudos, como el de la demografía, en ese caso el principal problema no es la causa, sino la consecuencia. La causa es porque nos falta un tejido empresarial industrial que tenga capacidad para fijar población al territorio, que tanto Galicia necesita, y como consecuencia de ello las bajas tasas de natalidad, que son consustanciales al resto de la sociedad europea; pero si a eso se mezcla la salida de la gente más joven y más preparada a otras comunidades y al extranjero en busca de nuevos planteamientos de vida, pues es un problema que se agrava de manera muy rápida.

-¿Cuáles son, a su juicio los principales déficits que tiene Galicia en materia social y económica y cuáles son las cosas básicas que habría que cambiar?

-La etapa de Pedro Barrié de la Maza, que creó un grupo industrial enormemente pujante en Galicia, tenía como objetivo fundamental paliar la emigración. Hay que recordar que los años 50-60-70 se produce una enorme salida de Galicia. Nuestra punta de crecimiento demográfica se produce a partir de los años 50, y hemos ido en disminución, no hemos podido compensar las salidas. Quizá una de las razones de problema que tiene que Galicia es que no tiene suficiente tejido empresarial e industrial para poder dar acogida y empleo a todos los jóvenes gallegos. Eso quizá sea nuestro principal drama.

-Ahora se está produciendo otro éxodo, pero las circunstancias son algo diferentes. ¿Realmente es tan malo, aunque sea por obligación, irse unos años al extranjero?

-Es un problema muy grave para Galicia porque si se nos va la gente más joven y preparada la primera conclusión que sacas es que nos empobrecemos, demográfica e intelectualmente. Pero es evidente que entre la alternativa de permanecer sentado en el sillón de su casa esperando pasar el tiempo y amargándose, y la alternativa de salir, formarse y potenciarse como individuo, desde luego a pesar del sacrificio me quedo con la segunda.

-Habla del fomento del talento, pero siempre se ha creído que el talento se tiene o no se tiene, que no se puede desarrollar. ¿Es así?

-Desde la base el talento se puede potenciar extraordinariamente. Y el gran talento también se puede perder. Tenemos un programa que se llama Talento 3.0 que tiene que ver bastante con alumnos de altísimas capacidades que no son identificados por sus profesores, que se quedan aislados del conjunto del grupo y que salen muy desmotivados. El talento también se puede malgastar.

-Una de las máximas preocupaciones de la sociedad española es la educación. Existe el convencimiento general de que las políticas responden a intereses partidistas y que este hecho es responsable del atraso en materia educativa de varias generaciones de jóvenes.

-Es una responsabilidad de todos y a mí no me gusta lo que está ocurriendo en este país, que siempre tratamos de echarle la culpa de nuestros males a los demás y no asumir la parte proporcional que nos corresponde. Si uno se lee el informe TALIS con relación al profesorado o el informe PISA, las consecuencias a las que nos enfrentamos son enormemente descorazonadoras. Sorprende lo que ha ocurrido en la última década (y no me vale que se hable de falta de fondos porque en la época buena de España, cuando crecíamos a tasas del 4 %, se dobló la inversión en educación...). Lo difícil en educación es que tú no ves las consecuencias a los doce meses, ni a los 24, no a los 36, lo ves en un periodo más largo. Y sorprende que países que no soñaron jamás con acercarse a la posición que tenía España, nos han sobrepasado. Nos estamos quedando muy atrás. Y lo que resulta enormemente doloroso es que la educación, como la estrategia de la energía, tiene que ser un pacto de Estado, que trascienda las legislaturas, que todos los partidos políticos determinen qué queremos para nuestros hijos y nietos, en definitiva, qué queremos para el futuro de España. Y mientras se siga utilizando la educación como un arma arrojadiza para obtener rédito político, lo único que nos puede esperar es el desastre.

-¿Cuál es su opinión sobre la LOMCE? ¿No cree que hay un exceso de evaluación de los alumnos, en detrimento de una formación más práctica y especializada?

-Yo me eduque con un sistema de evaluación permanente y constante. En mi época teníamos el ingreso, la reválida de cuarto, la reválida de sexto, la prueba de madurez o el acceso a la universidad. Y en aquella época España, en los años 70-80, tuvo un impulso y un nivel educativo como pocas veces se recuerda. No creo que sistemas en los que haya que evaluar el progreso de formación de nuestros alumnos sean negativos, de la misma manera que en las empresas o en las fundaciones no hagamos una evaluación permanente y constante de nuestros proyectos, de nuestras estrategias. Porque lo que no se mide, no se consigue.

-Ustedes tienen varios programas de becas para estudiar en el extranjero, tanto en la etapa preuniversitaria como en la superior. ¿Se van a mantener?

-Sí, acabamos hace dos meses de entregar las credenciales a los becarios de posgrado y a los que van a formarse dentro del posdoc para tener mejores y más eficaces investigadores. Pero no acaba ahí: nosotros apostamos por la formación y la mejora del talento del investigador, tenemos cursos específicos para investigadores, 300 investigadores gallegos se han beneficiado de ellos; tenemos formación para profesores, más de 2.700 profesores es tán formando para mejorar el nivel y la calidad educativa; tenemos programas especiales para alumnos, el año pasado fueron 15.000 los que se beneficiaron de programas con la educación STEM (acrónimo en inglés de Science, Technology, Engineering and Maths), que es tratar de fomentar las vocaciones científico-tecnológicas. No es un fenómeno aislado en la sociedad, en Estados Unidos el número de mujeres que están desarrollando sus puestos en trabajos científicos es un 18 % y sin embargo el número de licenciadas es un 56 %. Cambiar el modelo productivo de este país requiere una generación y hay que empezar desde abajo, desde los más jóvenes, fomentándoles la ilusión y el amor a la ciencia.

«Abarcamos muchos campos, pero el nexo común es la formación y la educación»

La actividad de la Barrié es ingente: becas high school, becas posdoctorales, cursos específicos para investigadores, formación para profesores, programas especiales para alumnos... El año pasado, 15.000 de ellos se beneficiaron de proyectos vinculados a la educación STEM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), para fomentar las vocaciones científico-tecnológicas. «En Estados Unidos, el número de mujeres en puestos científicos es un 18 % y sin embargo el número de licenciadas es un 56 % -explica José María Arias-. Cambiar el modelo productivo requiere una generación y hay que empezar desde los más jóvenes, fomentándoles la ilusión y el amor a la ciencia».

-También hay muchas críticas hacia la formación del profesorado. Precisamente ese es uno de los enfoques del programa Talento 3.0, ¿no es así?

-Yo creo que el profesor necesita el reconocimiento y el apoyo de la sociedad a la que sirve. Uno de los gravísimos problemas que yo leo continuamente en los medios es la pérdida de autoridad y de respeto que se tiene sobre el profesorado por parte del alumno y por parte a veces de de las familias. Si queremos mejorar la educación, tenemos que empezar a reconocer el valor que tienen quienes tienen que impartirla.

-¿Cómo contribuye la Fundación Barrié al fomento de la investigación?

-En este momento tenemos en marcha, está a punto de eclosionar, el que considero el proyecto más avanzado que haya desarrollado la fundación en los últimos 10-15 años. Tiene que ver mucho con la transferencia de la tecnología, de la ciencia que se hace en Galicia. Llevamos trabajando seriamente cinco años, tenemos un fondo de 5 millones y está orientado no al apoyo de investigación en ciencia, que también, sino a desarrollar una metodología que permita que los centros de excelencia gallegos en investigación, hospitales y centros tecnológicos puedan llegar con su ciencia al mercado y que retorne vía licencias, vía royalties, vía spin-offs, en definitiva con creación de empleo y de riqueza para Galicia. Estaremos en condiciones de comunicar una magnífica noticia en mes y medio.

-Otro de los frentes de la Barrié es la rehabilitación del patrimonio. ¿Cómo va el programa catedral?

-Mucho más lento de lo que nos gustaría. Se ha ido alargando en el tiempo por las dificultades que nos hemos encontrado al descubrir la causa y el origen de los desperfectos del Pórtico. Lo que ha conllevado a que hubiera que abordar la causa del problema, que no era otra que unas filtraciones de agua monumentales, tanto de la torre norte como de la torre sur. Eso ha requerido un enorme esfuerzo por parte de la Administración, ha tenido que invertir mucho dinero, y, cuando termine de arreglarse la estructura y tengamos un entorno lo suficientemente seco para empezar a operar, los restauradores se pondrán manos a la obra. Creemos que el proyecto estará concluido en 24 meses.

-La Fundación siempre ha estado ligada a la arquitectura, tras financiar la creación de la Escuela coruñesa a principios de los 70. Sin embargo, parece que en los últimos años ha disminuido su actividad en este apartado.

-Al contrario, en los últimos 15 años hemos hecho 35 exposiciones de arquitectura y diseño. Pero en los últimos 14 meses hemos traído a Rafael Moneo en una exposicion importante que ha estado viajando por muchas partes; hemos tenido la de "Compañeros de oficio", que aglutina el trabajo de muchísimos arquitectos, y el 18 de noviembre, despues de trabajo de meses, podremos inaugurar una retrospectiva de uno de los mejores arquitectos gallegos, que es Gallego Jorreto. El montaje de esas exposiciones es complejo, pero como todas las actividades de la fundación nosotros cerramos un bucle, no nos limitamos a una exposición: hacemos una publicación, que se utiliza en muchos casos como una herramienta de trabajo para jóvenes arquitectos, y al mismo tiempo impartimos conferencias, hacemos talleres didácticos, simposios... No es una simple exposición. Todo el trabajo que realiza la fundación gira en torno a la educación y la formación, incluso en patrimonio. Nuestro objetivo fundamental es formar a las generaciones futuras en la importancia de preservar lo que tenemos, porque es una enorme fuente de riqueza. A veces, hasta cuando yo repaso las cifras me impresionan: el año pasado el número de usuarios que han participado en las actividades de patrimonio y cultura y educación de la fundación son 350.000 personas. Y si nos retrotraemos 15 años, alcanza la cifra de 3.780.000 personas. El trabajo de la fundación es muy callado, no gastamos casi en publicidad, pretendemos que se hable de nuestros hechos. En los últimos años hemos regalado a los colegios, bibliotecas, centros de mayores... medio millón de ejemplares. Abarcamos muchos campos, pero el nexo común es la formación y la educación: es la única palanca que podemos utilizar para contribuir al desarrollo de nuestra tierra.

-¿Ese eje no va a cambiar?

-No, lo que cambiará será la estrategia de llevarlo a cabo. El problema que tienen las fundaciones es que si no tratas de anticiparte la sociedad te supera, y tú tienes que ir siempre un paso por delante. Cuando comenzamos nuestra actuación en los años 60, son 15.000 becarios los que hemos tenido, empezamos en el bachillerato. Hoy en día no invertimos porque el Estado tiene becas bastante buenas. Lo mismo pasa con la universidad. Y cuando el Estado empiece a pagar másteres en el extranjero, la fundación abandonará ese camino y buscará uno nuevo, aquel donde el Estado o la sociedad no puedan llegar. Mismo objetivo, diferente estrategia, proyectos distintos.

-Y no hemos hablado de la acción social.

-Pues es un ejemplo de eso que decía que adelantarse, anticiparse y buscar soluciones. Este programa tiene mucho que ver con Carmela Arias. El tema social lo llevaba ella en todo su pensamiento y su actuación a lo largo de toda su vida, tenía una enorme preocupación por los demás. Se dio cuenta de que en la fase de riqueza de este país muchísimas asociaciones e instituciones vivían gracias a las subvenciones que daban los organismo públicos. Pero percibió que con la llegada de la crisis lo primero que iba a ocurrir era un recorte del gasto. Muchas de estas instituciones, que tienen un mérito extraordinario, que son gente que merece el máximo reconocimiento puesto que la mayor parte de ellos son voluntarios, gente que se encuentra con problemas en su entorno familiar o amigos cercanos y trata de resolver dentro de sus posibilidades, en un momento determinado ven cómo la financiación empieza a caer exponencialmente. Nuestro objetivo fundamental era el viejo aforismo de "no te voy a dar un pescado, te voy a enseñar a pescar". El programa Mas Social no es ni más ni menos que la profesionalización del tercer sector. Tiene o cuatro cinco patas: aquellos que no lo tienen le contratamos un gerente y lo pagamos, profesional, porque la gente a veces no sabe cómo gestionar desde el punto de vista económico, desarrollar presupuestos, planificar las actuaciones; tienen problemas de márketing, porque evidentemente tienen que buscar fuentes externas de financiación; tienen problemas de comunicación, y les estamos haciendo y regalando páginas web; necesitan formación en competencias transversales, les enseñamos a los responsables cómo tienen que dirigirse cuando se sientan con una empresa y les dan cuatro o cinco minutos para contar su proyecto; organizamos Más Social Empresa, tratamos de poner en contacto esas empresas con las asociaciones e instituciones para demostrar ambas partes que esa colaboración conjunta las enriquece... Es un tema muy complejo, han pasado ya 77 asociaciones y algunas han doblado el presupuesto el primer año. Y eso es enormemente gratificante. Pues eso es una actuación en el campo social, desde la formación y la educación.