«La educación es algo que no se puede dejar en manos de los políticos»

Jorge Casanova
JORGE CASANOVA A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

Rafael Rodríguez, profesor y director del CEIP Celso Emilio Ferreiro de Cerceda, reclama mayor consenso a la hora de legislar

04 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Rafael Rodríguez (A Coruña, 1960), que lleva casi treinta años en las aulas como docente, se presenta a la entrevista con los deberes hechos. Sabe que vamos a hablar de la estrambótica política de reformas educativas que ha sacudido a la educación española en democracia y aporta documentos sobre ese carrusel donde probablemente reside una de las claves de nuestras malas notas a nivel global.

-¿Cuántas reformas ha conocido?

-Seis como docente. La Ley General de Educación de 1970; la LODE, en 1985; la Logse, que estableció en 1990 la enseñanza obligatoria hasta los 16 años; la LOCE, que prácticamente no llegó a implantarse; la LOE, que la sustituyó y, ahora, la LOMCE. De esas seis, cinco han sido reformas que anulaban las anteriores. Y, en medio, ha habido cuatro leyes que reformaron el sistema universitario y una la Formación Profesional.

-Debe de ser complicado trabajar así.

-Muy complicado. Lo peor que le puede pasar a un profesor es encontrarse con una ley y que no le dé tiempo a aplicarla, porque genera desánimo. No da tiempo a determinar si la ley funciona o no. Hay alumnos que han pasado por tres leyes diferentes. Estos cambios no son los culpables de todo del fracaso escolar, pero en parte sí.

-¿Y qué se puede hacer?

-Mire, la educación es algo tan importante que no se puede dejar en manos de los políticos. Hay que dejársela a los técnicos. Las leyes educativas se han planteado como algo de venta electoral, no como una inversión. Si no se cambia el concepto, no llegaremos a nada.

-Dígame algo que le guste y algo que no de la nueva ley de educación.

-Me gusta el nombre, porque es verdad que es preciso mejorar la calidad de la educación. Lo que no me gusta es que solo se ha implicado en ella un partido político. Y una ley como esta tiene que estar pactada con un consenso amplísimo. Ni los profesores ni los alumnos nos merecemos lo que están haciendo con nosotros. No se puede usar la educación para ganar votos.

-¿Qué opina de las reválidas?

-Los exámenes tienen una finalidad: que el profesor pueda conocer a sus alumnos. Es una parte, no el todo. Pero yo dudo que haya que hacer pruebas a niños tan pequeños, aunque sean diagnósticas, porque el profesor ya conoce ese nivel con el trabajo diario.

-¿Ha bajado el nivel de los alumnos?

-Tenemos la generación mejor preparada de la historia. Lo que faltan son oportunidades.

-Pero se dice, por ejemplo, que los chavales escriben fatal.

-Es verdad, pero eso hay que achacarlo a que vivimos en una época tecnológica donde se ha perdido el hábito de la lectura. Los chavales sí leen, pero en el móvil. Hacen falta materiales adecuados para fomentar la lectura.