Maldigo la ola de calor

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

SOCIEDAD

29 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta es una carta abierta a los hombres y mujeres del tiempo. Desde esta humilde morada, bajo cubierta, pero en la que nos seguimos empapando, les pido, por favor, que dejen de hablar de la terrible ola de calor. Y de que por fin vamos a tener un respiro. Que dormiremos más fresquitos y que el verano nos dará una tregua. Los meteorólogos -los generalistas, no el que cada uno lleva en su móvil- no se atreven a mirarnos a la cara a los de esta esquina porque saben que les romperíamos ese mapa en la única mitad que merece un poco de prosa e interés. Que decirles a los de Valencia, a los de Cádiz o a los de Madrid que van a tener calor no tiene mérito. Contarles que van a pasar de los 30 a los 35 grados y de los 35 a los 30 es apostar a lo seguro. Pero que se atrevan a mirarnos a los ojos a nosotros, a los únicos que vivimos pendientes del cielo, y que nos digan que es verano es un insulto. Vénganse ya para aquí a hablarle al resto del país de cómo se vive a 17 grados en agosto, con diluvios intermitentes y cuénteles que la próxima noche volverán a ponerse el edredón y tal vez la calefacción para desahogar la humedad. Háblenles así a los de Valencia, a los de Cádiz y a los de Madrid. Juéguensela desde otro punto de vista, pero no pronostiquen en aras de una unidad que hiere en cada parte diario. Gírense hacia arriba y maldigan con nosotros la dichosa ola de calor.