Dime de qué color te vistes y te diré cómo eres

La Voz

SOCIEDAD

Los tonos predominantes en nuestro armarios suelen decir muchas cosas del carácter. Estas son algunas de las combinaciones que debes incluir en tu atuendo si lo que quieres es entrar por los ojos

31 ago 2015 . Actualizado a las 01:35 h.

La ropa es capaz de hablar por nosotros. La forma de vestir está directamente relacionada con cómo se siente la persona, pero también en lo que esta transmite a los que le rodean. Una simple prenda es capaz de indicar cómo estamos por dentro, cuál es nuestra actitud ante el día a día y hasta la forma de ser. 

El color que inunda nuestros armarios es capaz de decir muchas cosas de nuestro carácter. Según diversos estudios, recogidos en el portal británico Buytshirtsonline, los que prefieren el color naranja para vestirse suelen ser más informales, mientras que los que optan por el rosa tienen un carácter divertido, los que se engalanan con el amarillo pecan de generosos y los que apuestan por el blanco son considerados más atractivos. Los más inteligentes tiñen su armario de verde y los seguros de sí mismos de beige.

Si bien es cierto que todas estas son simples percepciones, una encuesta realizada por el portal muestra, según los ciudadanos, algunas de las cosas que los colores dicen de nosotros. «Nunca tendrás una segunda oportunidad para causar una primera impresión», reza el dicho; y en el caso de los colores, estas palabras cobran un valor especial.

Un 56 % de los encuestados por el portal aseguraron que el negro es el color que les inspira más confianza en una persona. Ellos creen que es más favorecedor (un 64 % de los hombres aboga por el uso de este tono), mientras que un nada discreto 48 % de ellas también opina que debe ser el color escogido a la hora de enfrentarse a una entrevista de trabajo o a una primera cita. No en vano, esta opción simboliza la elegancia y la clase. Está íntimamente relacionado con prendas que representan respeto y autoridad (como los jueces) y solo presenta un pequeño problema, puede hacernos parecer distantes y fríos. 

El rojo, gran comunicador de vitalidad y energía, abre una brecha entre hombres y mujeres. El 54 % de las encuestadas colocaron a las prendas encarnadas como segunda opción a la hora de acudir a una primera cita. ¿La razón? La apasionada sensación que transmite. El caso de los hombres es una cuestión completamente diferente. Tan solo el 28 % de ellos lo prefirió para una ocasión de estas características. Esta tonalidad se asocia muy a menudo con la agresividad y hasta con la arrogancia, por lo que el sexo masculino prefiere apartar esa sensación en la primera cita.

¿Y si no es el rojo, cuál es la segunda opción de ellos? La serenidad y tranquilidad que transmite el azul, lo convierte en uno de los más repetidos en el armario de los hombres. Entendido y captado como un color conservador, el azul marino transmite autoridad y seriedad, por lo que es otra de las opciones más repetidas para acudir a una cita de trabajo. No en vano, lo llaman el color de la comunicación. Además de ser tan sofisticado como el negro, el azul cuenta con una ventaja: al contrario que su rival, no tiene ninguna connotación pesimista.

Los hombres prefieren ver a sus parejas vestidas de rojo (un 56 % lo aseguró), mientras que las mujeres prefieren verles con un atuendo en el que predomine el negro o el azul (66 % y 48 %). 

¿Y los grandes olvidados?

Ni naranja, ni marrón. Estos dos son los colores por lo que nadie opta si lo que quiere es precisamente causar una buena impresión. Solo un 2 % de ellas y un 8 % de ellos optaría por incluir algo de este tono en su conjunto. El resultado sorprende, ya que es considerado acogedor e íntimo y se asocia directamente con el calor. Aquellos que visten de marrón suelen ser percibidas como personas cercanas y amigables e inspiran confianza y simpatía. 

El rojo, también para los arrogantes

Pero en el rojo no todo es positivo. Las prendas de este color otorgan a sus portadores características con cierto matiz negativo. Aquellos que no deseen parecer arrogantes deben intentar evitar esta tonalidad. También el naranja y el amarillo tienen esta asociación tan peligrosa.

Falta de inteligencia

La percepción es peligrosa, y en el caso del rosa todavía más. Los que han hecho de la tonalidad del chicle su mejor alidada deberían pensárselo dos veces antes de volver a portar sus prendas. El rosa, entendido como el color de la inocencia, ha desarrollado una importante connotación negativa: la de la falta de inteligencia. Los expertos aseguran que este color está asociado a la feminidad y al amor tierno, lo que le ha convertido en el gran protagonista de los atuendos de las niñas pequeñas. 

¿Y el resto?

El verde, transmisor de tranquilidad, debe ser utilizado con cabeza. Su exceso puede matar por completo al portador, pero un cierto toque consigue atraer y mostrar el encanto de las personas. Algo parecido sucede con el amarillo, considerado como alegre y vital, tiene un efecto positivo en las personas que nos rodean, pero debe ser completamente descartado cuando la ocasión requiera seriedad.

El blanco, inocente y delicado, suele ser la mejor opción para los meses más calurosos. Pero su exceso también puede llevar directamente al fracaso, ya que vestirse totalmente de blanco puede dar una apariencia demasiado «sanitaria».