Ni la lluvia arruga al peregrino

SOCIEDAD

Marta Ferreiro

El Camino de Santiago bate récords históricos en pleno auge estival

04 ago 2015 . Actualizado a las 09:51 h.

El Camino de Santiago sigue un curso imparable. Ni la lluvia que riega ocasionalmente el verano gallego arruga a los peregrinos, que continúan llegando a un ritmo nunca visto. Julio finalizó con el mayor número de viajeros jamás registrado, 44.818, superando el récord del último año santo, que cerraba con 2.345 caminantes menos el mes en el 2010.

Muchos repiten hasta la saciedad, como Francesc Suárez, quien ya ha perdido la cuenta de cuántas veces ha peregrinado a Santiago. «Lo hago siempre que tengo ocasión», dice. El de Tarrasa llegaba ayer por enésima vez a la ciudad junto a su pareja, Lluïsa, tras recorrer el Camino Sanabrés, una vía poco transitada en la que llegaron a ser algún día los únicos alojados en el albergue.

Motivos culturales, religiosos, deportivos, gastronómicos y muchas promesas mueven cada día a cientos de personas de los cinco continentes a emprender el Camino.

Algunos en solitario, como el cocinero madrileño Andrés Aguado o Míriam González, quien entre lágrimas de emoción cuenta que llegó a Santiago cumpliendo una promesa. Otros en familia, como dos hermanos de Cangas que tras veinte años hicieron realidad el deseo de su padre de completar la Ruta. Durante el viaje se les sumó «un hijo mayor agregado», bromean, de acento sevillano. Otros salen solos pero llegan en grupo. Peregrinos de Barcelona, Sevilla, Jerez, Córdoba, Guadalajara, Valencia y hasta China se hermanaron en ruta para conseguir el honorable título de «los más marchosos del Camino».

«Cuca», la Zapatones canina

Compostela dispone de mil y una alternativas en forma de recuerdos para los viajeros. Desde el clásico botafumeiro o concha de plata a camisetas con la flecha amarilla estampada. Juan Iglesias ofrece desde hace 23 años la posibilidad de fotografiar a su mascota, que día tras día recibe ataviada de peregrina a los caminantes como hacía en su tiempo Zapatones. El nigranés comenzó con «Charlie», un modelo canino que vivió hasta los 17 años y que «parecía que había nacido para posar», dice. Ahora «Cuca» ha tomado el relevo y por un euro se pueden llevar una foto con ella. Si no pagan no disparen el flash, porque Juan se enfada cada vez que le hacen robados a su estrella. m. ferreiro