El objetivo es regular este nuevo elemento, en especial para que los alumnos aprendan a usarlo con seguridad y en su beneficio como personas
30 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las escuelas catalanas no le tienen miedo al móvil. Al contrario, este curso fomentarán su uso en clase. Al menos cuentan con el apoyo total de la Generalitat para hacerlo, ya que el Departamento de Enseñanza envió una comunicación a los centros a finales de curso en el que se incluían instrucciones para incorporar el teléfono al día a día escolar.
Según el departamento que dirige Irene Rigau se siguen las conclusiones de un estudio realizado por el Consejo Escolar de Cataluña. Este trabajo compara el móvil con el ordenador o la calculadora, y explica: «Es un dato históricamente constatable que la aplicación de cualquier nueva tecnología conlleva, en diferentes grados, la reconstrucción de las reglas sociales, de las instituciones, de los roles de las personas y de sus relaciones con el entorno, el cual, recíprocamente, también se modifica por los efectos de la tecnología. Esto sucedió a escala planetaria con la agricultura, la imprenta, la electrificación y ahora está sucediendo con Internet y las tecnologías digitales».
Lo que pretende ahora Cataluña es, precisamente, regular este nuevo elemento, en especial para que los alumnos aprendan a usarlo con seguridad y en su beneficio como personas. Por eso los colegios que quieran usar los móviles deberán crear pautas «claras y factibles» que se deben recoger por escrito, y que han de conocer todos los miembros -padres, profesores y alumnos- de la comunidad educativa.
El plan de cada centro debe incluir «el potencial» de los móviles para adquirir «competencia digital»; y estos programas han de incorporar usos curriculares del teléfono «en el plan de tecnología del centro», así como determinar en qué espacios y/o momentos se pueden o no utilizar.