Cristina Ruiz Vaz, instructora de lazarillos: «Los perros guía también se jubilan. No trabajan toda su vida»

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

Explica que están empezando a usar el caniche gigante para personas alérgicas

07 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Xena mira a un lado y a otro. Ha venido desde Boadilla del Monte hasta A Coruña para mostrar todo lo que ha aprendido en la escuela que la Fundación Once tiene en esa localidad madrileña.

Porque esta pastor alemán con nombre de heroína de cómic tiene por delante el reto de convertirse en perro guía. Y en eso Cristina Ruiz Vaz le está echando una mano. Esta instructora de movilidad lleva veinticinco años trabajando en esa escuela. Ayer viajó a Galicia junto a su compañera Elisenda Stewart y su perro Fanto para mostrar de lo que son capaces estos animales. Galicia tiene en la actualidad 31 en activo.

-Lleva trabajando como adiestradora tantos años como los que cumple ahora la Fundación Once. Supongo que en todo ese tiempo han cambiado muchos las cosas en cuanto a la percepción que la sociedad tiene de estos animales.

-Sobre todo la concienciación de la gente sobre ellos. Desde el principio fueron muy bien acogidos, pero ahora son tratados con total normalidad. Son una tarjeta de bienvenida.

-Ha habido alguna campaña para reclamar que puedan entrar en los autobuses. Pero ya pueden hacerlo por ley, ¿o no?

-Por ley tienen acceso a todos los transportes públicos. Cuando hay algún caso de ese tipo suele ser producto del desconocimiento. Pueden entrar hasta en la habitación de un hospital, aunque puede que no sea conveniente. Por ejemplo, en el caso de que haya una herida abierta. Pero por ley pueden entra.

-¿Cómo es el entrenamiento de un perro guía?

-Nacen en la escuela de Boadilla del Monte. Cuando los cachorros cumplen 50 días se llevan a una familia que los tiene en acogida durante un año. Ahí es donde son educados en aspectos fundamentales como no pedir comida en la mesa o no subirse al sofá. Estos hogares están en la comunidad de Madrid para que estén cerca de la escuela. Pasado ese periódo regresan a la escuela para empezar el entrenamiento.

-¿Qué aprenden en esa segunda fase?

-A parar en bordillos, caminar por delante de sus amos, parar cuando pasa un coche por la calzada, que tanto ellos como el que los acompaña pueda esquivar obstáculos que puedan aparecer en el camino... Para ser perro guía es muy importante que sea un animal adaptable. De hecho, los sacan del lado de su madre, van a una familia, luego los llevan con otro dueño, acaban en cualquier punto de España... El entrenamiento en la escuela dura en torno a unos ocho meses.

-¿Las razas que se utilizan para entrenar son muy específicas?

-Las más utilizadas son el labrador, el golden retriever, el pastor alemán y el slat coated. Hemos empezado a adiestrar caniches gigantes para aquellas personas que tienen alergia al pelo de las otras razas. De momento hay uno en Lleida.

-El vínculo que se crea entre amo y perro es muy fuerte ¿Qué pasa cuando el perro se va?

-Cuando alguien solicita un perro guía no se le da de forma inmediata. Tienen que hacer juntos un curso en el que dueño y can aprenden a conocerse. Luego los perros también acaban jubilándose. No trabajan toda su vida. Lo hacen cuando comienzan a tener problemas de movilidad o cuando empiezan a tener sus achaques, cuando sus reflejos no están al 100 %.

-¿Qué pasa cuando acaban su etapa laboral?

-Todos aquellos dueños que pueden atenderlos, acaban quedándose con ellos como perros de compañía. Los que no se quedan con sus dueños regresan a la escuela donde hay una zona para jubilados. Pero algunos son adoptados por otros hogares. Las que lo acogieron de pequeños suelen hacerlo.