Nave Progress M-27M: El epílogo del carguero ruso

La Voz DPA | AFP

SOCIEDAD

La nave se desintegró en la atmósfera en la madrugada de este viernes y sus restos cayeron en el Oceáno Pacífico 

08 may 2015 . Actualizado a las 16:19 h.

El carguero espacial no tripulado Progress se desintegró por completo en la atmósfera por encima del océano Pacífico durante su caída libre hacia la Tierra, una semana después de que los operadores rusos perdieran el control de la nave, según anunció este viernes la agencia espacial rusa.

«La nave Progress M-27M -cargada con más de tres toneladas de alimentos, combustible y otros suministros-  dejó de existir a las 05.04 de Moscú (05.04 hora peninsular española) el 8 de mayo de 2015. Su entrada en la atmósfera se realizó por encima de la parte central del océano Pacífico», indicó Roskosmos en un comunicado. Casi todas las naves espaciales de este tipo se desintegran en la atmósfera o caen en los océanos, que ocupan la mayor parte de la superficie terrestre.

Los operadores de vuelo rusos habían perdido el control de Progress horas después de su lanzamiento hace una semana propulsado por un cohete Soyuz. El carguero espacial debería haberse acercado el 28 de abril a la Estación Espacial Internacional (ISS) para abastecerla, pero fracasó en su misión.

La pérdida de esta nave, que costó casi 500 millones de euros, constituye un duro golpe para el sector espacial ruso, aunque no pone en peligro a la tripulación de la ISS, que dispone de varios meses de reservas. Una nave de abastecimiento Dragon, de la compañía estadounidense SpaceX, debería llegar a la ISS a partir del 19 de junio.

Mientras tanto, una comisión de investigación debe aclarar las circunstancias del incidente, que parece haberse producido en el momento de la separación entre la nave y el cohete, había estimado el vicepresidente de Roskosmos, Alexandre Ivanov. Los resultados de la investigación se darán a conocer antes del 13 de mayo, según la agencia espacial rusa.

Las agencias de noticias rusas, en base a fuentes de la industria aeroespacial rusa, anunciaron que la próxima misión espacial prevista el 26 de mayo podría aplazarse dos semanas a causa de los problemas registrados por la nave Progress. Roscosmos no confirmó estas informaciones, pero la rueda de prensa prevista el viernes con los tres miembros de la tripulación de esta expedición -un estadounidense, un ruso y un japonés- ha sido anulada.

Investigación en curso

 La agencia espacial rusa (Roskosmos) no dio muestras de preocupación, pues prácticamente todas las naves espaciales de ese tipo se desintegran en la atmósfera o aterrizan en los océanos, que ocupan la mayor parte de la superficie terrestre. La caída del carguero no pone en peligro a la tripulación de la ISS, que dispone de varios meses de reservas.

Una comisión de investigación rusa aclarará las circunstancias del incidente, que parece haberse producido en el momento de la separación entre la nave y el cohete, dijo el vicepresidente de Roskosmos, Alexandre Ivanov.

Los resultados de la investigación se darán a conocer antes del 13 de mayo.

Nuevos planes de lanzamiento

«El lanzamiento y el vuelo del cohete se produjeron con normalidad pero un segundo y medio antes de la separación de la nave, los instrumentos de medición dejaron de transmitir», explicó el presidente de Roskosmos, Igor Komarov.

Unos días antes de este incidente, un cohete experimental ruso había explotado justo después de su despegue en una zona deshabitada del norte de Rusia. En verano de 2013, un cohete Proton con sus tres costosos satélites Glonass -el futuro sistema de navegación por satélite ruso- explotó en el momento del despegue.

Con todo, Rosksomos apuntó a las circunstancias «imprevistas» en el caso del Progress, que no ponía en cuestión futuros lanzamientos de cohetes Soyuz para llevar suministros a los astronautas de la ISS.

«Vamos a corregir los planes de lanzamiento de los dos Progress de este año, uno previsto para el tercer trimestre y el otro para el cuarto», indicó Ivanov, que recordó que de 1.800 lanzamientos, la tasa éxito había sido del 91,3%.

Las agencias de prensa rusas, citando a fuentes de la industria aeroespacial rusa, dejaron entrever el jueves que la próxima misión espacial que debía enviar a cosmonautas a la ISS, prevista para el 26 de mayo, podría retrasarse dos semanas a causa de los problemas del Progress.