Paraguay niega el aborto a una niña de 10 años violada por su padrastro

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El Gobierno hace oídos sordos a la petición de una campaña internacional

03 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene 10 años, mide 1,39 metros, pesa 34 kilos y lleva en su vientre un bebé producto, supuestamente, de una violación cometida por su padrastro. Pero no podrá abortar, pese a que el embarazo, por su corta edad y su liviana condición física, supone un alto riesgo. El Gobierno de Paraguay ha desoído la campaña internacional promovida por organizaciones de derechos humanos y obligará a la pequeña a tener el hijo.

La menor averiguó que estaba embarazada el pasado 21 de abril cuando acudió al médico con su madre porque tenía dolores en el estómago. Fue entonces cuando le descubrieron que el feto tenía ya 21 semanas. Y a este dato se agarraron ayer las autoridades sanitarias de Paraguay para volver a rechazar cualquier posibilidad de aborto. «La solicitud es imposible de cumplir porque el embarazo tiene un desarrollo de cinco meses. Y hablamos de un feto totalmente formado y con un tamaño considerable. Además, el código penal prohíbe esta práctica», aseguró Lida Sosa, directora de la Oficina de Programas de Salud.

«Prolongar el horror»

La movilización para reclamar al Gobierno paraguayo que deje abortar a la niña, tal y como pedía también la madre, que fue enviada a prisión imputada por un delito de incumplimiento del deber de cuidado y de complicidad en los abusos sexuales cometidos a su hija, fue impulsada por la organización Amnistía Internacional, que seguirá intentando aumentar la presión internacional para convencer a las autoridades del país.

«El mundo está observando a las autoridades de Paraguay, pidiéndoles que apoyen a la niña y que proporcionen acceso al tratamiento que puede salvar la vida tanto de esta pequeña como la de muchas otras iguales que ella. Obligarla a continuar con este embarazo no deseado constituiría una violación adicional de sus derechos y solo serviría para prolongar el horror», explica Guadalupe Marengo, de la organización humanitaria.

El propio director del Hospital de la Cruz Roja, donde está siendo atendida la niña, reconoció que la continuidad del embarazo puede suponer un alto riesgo para la menor. El caso de la niña, cuya identidad no ha sido facilitada, tampoco es un hecho aislado en Paraguay, donde 680 menores de 15 años dieron a luz el pasado año, según los datos del Ministerio de Salud.

«Nosotros estamos acostumbrados a tratar a niñas-madres y vemos casos de chicas ansiosas, pero a ella, de momento, se la ve bien», explica Dolores Castellanos, jefa del área infantil del Hospital de la Cruz Roja de Asunción.

La madre, de 32 años, denunció el pasado mes de enero los abusos cometidos a su hija por parte de su pareja, que está en busca y captura, pero permitió que tanto la víctima como el agresor continuaran viviendo en el mismo domicilio. En Uruguay se atienden cada año 4.000 casos de violación, la mitad a menores de 14 años.