La NASA encarga muebles para usar en otros planetas

Europa Press

SOCIEDAD

Cinco estudiantes de ingeniería mecánica de la Universidad de Rice han diseñado y ensamblado una silla y mesa prototipo capaz de ofrecer la máxima flexibilidad a los astronautas en la Luna, Marte y otros puntos del espacio

27 abr 2015 . Actualizado a las 18:47 h.

Un equipo de estudiantes de la Universidad de Rice ha diseñado muebles destinados para su uso en la Luna, Marte y otros remotos destinos futuros para el ser humano. A instancias de la NASA, cinco estudiantes de ingeniería mecánica han diseñado y ensamblado una silla y mesa prototipo capaz de ofrecer la máxima flexibilidad para los astronautas en el espacio o en hábitats en lugares distintos de la Tierra.

El mobiliario podría servir para muchas funciones en entornos en los que la máxima flexibilidad con un mínimo de esfuerzo resulta un plus. «Vas a tener un espacio muy limitado, por lo que no puede enviarse cualquier mueble», explicó el miembro del equipo Laura Blumenschein. «Y luego tienes la gravedad parcial», aproximadamente un sexto de la gravedad de la Tierra sobre la Luna, un tercio en Marte.

«Además de cambiar la forma en que los seres humanos interactúan con los muebles, es mucho más fácil para los astronautas levantarse y y trabajar», aseguró. Eso requiere, en particular, mesas que se ajusten fácilmente tanto para el trabajo en pie como sentado.

El equipo de Blumenschein, Archit Chaba, Rey Amendola, Alex Schmidt y Dan Peera también tuvo que considerar la gravedad y equilibrar los requisitos de peso y fuerza. «Podemos hacer que nuestros muebles sean mucho más ligeros y menos robustos que los diseños de la Tierra», dijo Blumenschein. Puede parecer algo malo, pero si se trata de reducir el peso, es algo a tener en cuenta pensando en mandar cosas al espacio.

Para usuarios de 1,50 a 1,88

La silla y la mesa conforman un paquete plano para el envío y están diseñados para una máxima adaptabilidad. «Las piezas más grandes son las almohadillas de espuma», apuntó Schmidt. La mesa se asienta en resortes de gas para el ajuste de altura, y los puertos de conexión permiten que se pueda combinar con otras mesas. La silla se adapta a usuarios de entre 1,50 y 1,88 metros de alto «porque los astronautas vienen en todos los tamaños», dijo Peera.

Tanto la silla como la mesa están destinadas a ser montadas en el suelo para mantenerlas estables en baja gravedad y la silla tiene mecanismos de clavija y agujeros para ajustar su uso como asiento tradicional o una silla reclinable, con un descanso de la rodilla. El reposapiés de restricción permiten su uso en entornos de gravedad cero, dijeron los estudiantes.

«Parte de los requisitos del proyecto era centrarse en las actividades diarias de los astronautas y no en sus hábitos de sueño ni nada de eso», explicó Amendola. «Cuando pensamos en lo que los astronautas hacen todos los días y qué tipo de muebles que necesitan, hemos reducido el alcance del proyecto a las sillas para sentarse y mesas para trabajar, relajarse o para la hora de comer», afirmó.