«Los métodos de investigación dependen del problema planteado y del objeto estudiado»

B. a. FERROL / LA VOZ

SOCIEDAD

ANGEL MANSO

Wenceslao J. González, profesor de la Facultad de Humanidades, tras el congreso de filosofía y análisis, prepara otro sobre la inteligencia artificial

27 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Wenceslao J. González es un profesor de la Facultad de Humanidades que acaba de publicar una extensa monografía en la prestigiosa editorial Springer sobre Análisis filosófico-metodológico aplicado a la predicción de comportamientos en la economía. Un trabajo que permite entender este aspecto desde el punto de vista de una «ciencia básica y como ciencia aplicada», según asegura. Algo que enlaza directamente con un congreso que se celebró en el campus ferrolano.

-¿Qué balance hace del encuentro sobre el método científico?

-Positivo. Primero porque llevamos 20 años ininterrumpidos haciendo las Jornadas de Filosofía y Metodología actual de la Ciencia. Segundo, porque los temas abordados este año tienen un enorme calado: repercuten en el I+D+i al incidir en las cuestiones asociadas a los métodos de investigación.

-¿Cuáles han sido las conclusiones más destacadas?

-Que los métodos científicos trabajan según las escalas de realidad: que son los niveles micro, meso y macro. Y que las explicaciones científicas del nivel más amplio -el macro- no tienen por qué fundamentarse directamente en el nivel más pequeño -el micro-, algo que cuestiona planteamientos habituales. Robert Batterman, el ponente principal, ha insistido en que no se debe reducir las teorías hacia unas más básicas o fundamentales.

-Entre los participantes había nombres muy destacados...

-Así es, y han mostrado que la explicación y la predicción en el campo empírico trabaja de manera diferente en las ciencias de la naturaleza, las ciencias sociales y las ciencias de lo artificial. Los métodos de investigación dependen del problema planteado y el objeto estudiado, de modo que no es razonable pensar en un método científico que sirva para todo.

-¿Qué aplicaciones prácticas pueden tener estas teorías?

-La gente nota realmente los efectos cuando las investigaciones científicas terminan con innovaciones tecnológicas. Pero el primer paso sería abrir nuevas líneas de investigación, debido al cambio del enfoque de la actividad científica. Si hay un método científico universal, resulta que las investigaciones no pueden centrarse directamente en las escalas de realidad; en cambio, con métodos que se diferencian unos de otros habría un ahorro en la inversión y en las energías dedicadas a los experimentos. El segundo paso sería propiciar innovaciones tecnológicas a distintos niveles: nuevos artefactos para la medición o la transformación creativa de lo real. A medio plazo esto podría llegar a los ciudadanos como nuevos dispositivos utilizables en la vida social. Paralelamente, habría que replantearse los modelos docentes, sobre todo en lo que se refiere a las explicaciones científicas ofrecidas en disciplinas como la física fundamental.

-La próxima edición versará sobre la inteligencia artificial, ¿qué puede adelantar?

-Serán las Jornadas sobre inteligencia artificial y sociedad contemporánea: el cometido de la información. Y se desarrollarán los días 10 y 11 de marzo del 2016. El objetivo es profundizar en la caracterización actual de la información y su relación con aspectos éticos en Internet, viendo la información en el contexto de una sociedad de cosmopolitas domésticos.

-¿Hay una imagen distorsionada de la inteligencia artificial?

-Como trabajé con Herbert Simon, uno de los pioneros de la inteligencia artificial, tengo una visión positiva de la inteligencia artificial. Hay muchos aspectos relacionados con la racionalidad que se pueden abordar a partir de las contribuciones de esta disciplina. Ofrece un modelo de racionalidad que se puede utilizar como punto de contraste para comprender cómo funciona la mente humana. El ponente principal será Luciano Floridi, catedrático de Oxford y toda una autoridad en la materia.