Noruega se prepara para el fin de la FM

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SOCIEDAD

Oscar Vazquez

El país nórdico será el primero del mundo en apagar su señal de Frecuencia Modulada y mantener solo la radio digital, lo que supondrá un ahorro de más de 23 millones de euros

23 abr 2015 . Actualizado a las 17:03 h.

A partir de principios de enero del 2017, Noruega dejará de escuchar las emisoras en FM y se convertirá, de esta forma, en el primer país del mundo en realizar este apagón, que tendrá un enorme impacto en la industria radiofónica mundial, según informa la BBC.

En el país nórdico quedan en la actualidad solo cinco emisoras que emiten a través de la señal de Frecuencia Modulada, mientras que las estaciones de radio digital suman un total de 22, y todavía hay espacio, según el Gobierno, para otras 20 más.

De esta forma, y teniendo en cuenta que la digitalización de las emisiones supone un ahorro estimado de más de 23 millones de euros, Noruega ha decidido poner en marcha el proceso, que no será repentino, sino que se irá supondrá ir apagando progresivamente región por región.

«Los oyentes tendrán acceso a un contenido de radio más diverso y plural, y disfrutarán de mayor calidad de audio y nuevos servicios», citó la ministra de Cultura noruega, Thorhild Widvey, entre las ventajas que tiene la digitalización además del ahorro. «El coste de transmitir por FM es ocho veces mayor que por señal digital», puntualizó.

Pero, ¿qué va a suponer esto para el mundo radiofónico? La industria reconoce que están en un «momento de nerviosismo» a nivel mundial, porque muchos consideran que, si no se hace una campaña por retener a las audiencias de radio, es probable que muchos usuarios que ven que no pueden sintonizar la FM, en vez de cambiar al sistema digital, decidan volver a echar mano de su colección de CDs o directamente pasarse a plataformas como Spotify.

De esta forma, muchos países no ven tan cercano el fin de la FM y de la AM, dado que cuentan con una gran implantación social y creen que podrían dañar a la industria y a las audiencias.

En estos momentos, los únicos que también se lo plantean son un país vecino, Suecia, que está analizando el impacto y tomará una decisión en los próximos meses.

Habrá que ver si la decisión noruega provoca una reacción en cadena o si, por el contrario, solo responde a las propias características de consumo radiofónico del país nórdico.