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Begoña Íñiguez OPORTO

SOCIEDAD

paulo pimenta | diario publico

Dos enfermeras portuguesas que trabajan en Oporto fueron obligadas a sacarse leche para probar que amamantan y no perder la reducción de jornada por lactancia

21 abr 2015 . Actualizado a las 15:28 h.

Portugal se enfrenta a una nueva polémica. Dos enfermeras de Oporto han confirmado públicamente que médicos ocupacionales de los hospitales donde trabajan les obligaron a sacarse leche en su presencia para justificar las dos horas por día de reducción de jornada por amamantar, a la que tienen derecho por ley. Ambas han presentado las demandas pertinentes, ante distintas instancias oficiales, obteniendo como única respuesta que si vuelve a ocurrir, se nieguen a sacarse leche.

María dos Anjos Teixeira, una de las enfermeras afectadas, de 34 años, que trabaja en el Hospital de São Antonio de la ciudad del Duero, ha dado la cara y recordaba en las páginas del diario portugués Público, que «la legislación portuguesa nos obliga a las mujeres que amamantamos a entregar todos los meses una declaración médica, a partir del primer año de vida del bebé, para mantener las dos horas de reducción de jornada laboral a la que tenemos derecho». Añade, «lo increíble es que ha sido en mi propio hospital donde se han quejado de lo ocurrido, como si estuviera haciendo algo ilegal». María dos Anjos reconoce que aceptó sacarse leche, cuando la citaron a una consulta en febrero, para comprobar su salud materna «porque me pillaron totalmente desprevenida». Afirma tajante: «Aunque me podría haber negado, porque la ley portuguesa no nos obliga a las madres a demostrar a chorros que continuamos con la lactancia».

Una segunda enfermera del hospital São João de Oporto, que no ha querido dar su nombre, ha confesado también haber sido sometida a dicha prueba hace un mes. En su caso fue convocada por un médico ocupacional de su hospital totalmente por sorpresa «para hacer un seguimiento del programa de vacunas». Lo increíble, dice, «es que además de la vacuna del tétanos, me pidieron hacer lo que el clínico denominó la prueba de la evidencia de leche». Ella también aceptó tras escuchar: «Te lo pedimos porque, hay mucha gente que abusa y tenemos que cumplir este protocolo del hospital». A dicha enfermera se le dijo igualmente «que si rechazaba, perdería inmediatamente la reducción de la jornada por lactancia». Termina su testimonio: «me sentí completamente violada. Esto no es ético, es humillante».

Medidas para la natalidad

Curiosamente, estos acontecimientos salen a la luz días después de que se debatieran en el Parlamento luso una serie de medidas para aumentar el apoyo a la natalidad, una de las más bajas de Europa, y a la familia. El Partido Comunista y el Bloque de Izquierda no han tardado en criticar al Gobierno de centro-derecha de Pedro Passos Coelho por lo ocurrido y en confirmar que llevarán este tema al Parlamento.

La líder del partido Bloco de Esquerda, Catarina Martíns ha declarado: «Es urgente que el ministro de Sanidad, Paulo Macedo, dé explicaciones y garantice que lo ocurrido en Oporto no se repetirá». Mientras, el diputado comunista Jorge Machado considera que «es un comportamiento inaceptable y profundamente discriminatorio para las mujeres».