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Catorce millones de abejas causan el caos en una autopista de EE.UU.

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

IAN TERRY | REUTERS

Un camión que transportaba 448 colmenas volcó al salirse de la vía

19 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Caos y confusión en la autopista. El culpable no fue una nevada extrema o una colisión múltiple de vehículos, sino un formidable enjambre de casi catorce millones de abejas que quedaron libres en su mayoría después de que el camión que las transportaba volcase al tratar de incorporarse a una carretera en el estado norteamericano de Washington, al norte de Seattle.

El conductor, que perdió el control del vehículo después del pinchazo de una rueda, resultó ileso, pero las abejas que conducía, repartidas en 448 colmenas, provocaron el pánico entre los usuarios de la autopista. Por momentos tapaban por completo a los apicultores que envió la compañía propietaria de los insectos, Belleville Honey and Beekeeping, para controlar la situación e intentar recuperar el máximo de panales. Muchas abejas también quedaron aplastadas tras el volcado del camión. Pero las que consiguieron liberarse, asustadas, se ensañaron a picotazos con los equipos de socorro que acudieron en un primer momento y contra los periodistas que fueron a cubrir la noticia. «Creo que todos resultaron con picaduras», explicó Travis Shearer, un patrullero que participó en la acción.

Más agresivas con el sol

Muchas de las colmenas permanecieron en la autopista durante siete horas y las abejas se volvieron más activas cuando el sol empezó a repuntar. El suceso ocurrió en la noche del viernes, momento en el que los insectos estaban más tranquilos, aunque empezaron a agitarse con el amanecer. Esto obligó a los bomberos esparcir una capa de espuma en algunas cajas para matar a los insectos por razones de seguridad.

Mientras tanto, los equipos desplazados a la zona insistían a los automovilistas que cerraran las ventanillas para evitar las picaduras. El transporte, antes del siniestro, se dirigía a una granja de moras en Canadá, a 160 kilómetros del lugar del suceso.