«¿Quen pode marchar con estes salarios?»

SOCIEDAD

MARCOS CREO

Leo Blanco Ruiz tiene 36 años y vive en casa de sus padres. Desde los 16 trabajaba en el sector de la construcción. Cuando empezó a azotar la crisis la empresa familiar cerró

17 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando estalló la burbuja inmobiliaria, Leo Blanco Ruiz (Santa Uxía de Ribeira, 1979) se convirtió en damnificado directo. Llevaba desde los dieciséis años en el sector de la construcción, donde trabajaba con su padre en la empresa familiar. Estuvieron quince años bregando juntos, codo con codo, hasta que todo se vino abajo. Durante tres lustros fueron testigos directos de cómo el ladrillo se convertía en el pilar que vertebraba España.

Maduró rápido y a los 25 años decidió levantar una pequeña casa en Couso (Aguiño), a la que dedicó sus ahorros y gran parte de su salario. Aprovechando lo aprendido fue sacando el trabajo adelante. Él mismo compró los materiales y, en sus días libres, agilizó su construcción. No le quedaba mucho para terminarla cuando comenzó a azotar la crisis y cerraron la empresa. La actividad en la construcción se había terminado. Por primera vez se vio en paro y su sueño se alejó un poco.

Vorágine de trabajo temporal

Estuvo poco tiempo desempleado, pero desde el 2009 hasta hoy todavía no ha logrado estabilizarse laboralmente. Pasó por diferentes empleos temporales y, a pesar de cumplir en todos ellos, no ha podido firmar un contrato como trabajador fijo. Sus ingresos actuales no le permiten ni terminar la casa, ni alquilar un apartamento: «O obxectivo dende fai bastante tempo é independizarme e finalizar a vivenda, pero polo de agora é imposible. ¿Quen pode marchar con estes salarios?» Todavía tiene esperanzas de que vengan tiempos mejores: «Esperemos que isto remonte e poder rematala. O obxectivo segue sendo ese». Por el momento, Leo Blanco Ruiz continúa en casa de sus padres, al tiempo que espera que la misma crisis que alejó su sueño deje de permanecer viva.