Eclipse solar 2015: Cómo ver el eclipse solar y no quedarse ciego en el intento

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Los métodos caseros de observación directa, como diapositivas o gafas de esquí, no son válidos para su observación. Los niños o las personas bajo los efectos de las drogas o el alcohol deben tener especial cuidado durante el fenómeno natural

20 mar 2015 . Actualizado a las 00:20 h.

Un eclipse solar es siempre un espectáculo. Uno que, además, sucede una vez cada mucho tiempo y, en algunas ocasiones, la meteorología no nos permite disfrutar de él. De ahí que cuando llega el momento en el que la luna oculta parcial o totalmente el sol, la gente se lance a observar el fenómeno natural sin pensar en las consecuencias que, en este caso, pueden ser fatales para nuestra visión.

«La observación del eclipse puede causar graves quemaduras en la retina e incluso, en algunos casos, la ceguera», advierte el óptico Álex Dubra, miembro de la Junta del Gobierno de Ópticos-Optometristas de Galicia, que además incide en que cualquier método casero de observación directa del astro solar no es válido.

Atención los niños y las personas bajo efectos del alcohol o de las drogas

Hay que prestar una mayor atención a los niños, más inconscientes sobre los posibles problemas y con unas retinas más sensibles, y también las personas bajo los efectos del alcohol o de alguna sustancia estupefaciente, que «tienen en esos momentos las retinas más dilatadas, con lo que el riesgo de lesión es superior».

Los expertos destacan la especial vulnerabilidad de nuestros ojos durante la contemplación del eclipse ya que, el hecho de que durante este fenómeno se produzca una sensación de mayor oscuridad y una menor molestia al observar el astro rey hace que los observadores se confíen y miren sin la debida precaución a la mayor fuente natural de radiación luminosa. De forma que, poco a poco, nuestra retina va quemándose sin apenas percibirlo.

Las molestias empezarán pocas horas después, cuando algunas personas notan picores o lesiones, que pueden empezar siendo pequeñas, y acabar desencadenando ceguera.

«Es muy peligroso porque toda la energía que procede del sol se concentra en nuestra retina y, principalmente, en la fóvea, la zona que nos permite leer», explica Álex Dubra, que recuerda que una lesión de este área «de un diámetro pequeñísimo» donde se enfocan los rayos luminosos tiene como consecuencia que la persona quede «incapacitada para leer caracteres del tamaño habitual» e incluso a que algunas se conviertan en legalmente ciegos.

Solo dispositivos homologados para la observación directa

Por ello, asegura que la única forma posible de mirar directamente al astro solar es a través de dispositivos homologados diseñados exclusivamente para la observación de este fenómeno y, «aún así, permiten un máximo de un minuto de observación».

Hay que evitar, por lo tanto, cualquier método casero, «porque no hay ninguno seguro». Ni diapositivas, ni radiografías, ni gafas de esquí ni ahumadas, ni tampoco la superposición de gafas de sol son válidas para la observación directa del eclipse. Y, por supuesto, los prismáticos y telescopios están más que prohibidos.

Lo mejor: un dispositivo de proyección casero

De esta forma, y aún a pesar de existir algún método homologado, el óptico recomienda que cualquier observación del eclipse solar se produzca de forma indirecta, es decir, a través de métodos de proyección, de forma que el observador se sitúa de espaldas a la fuente de radiación.

Asegura que en este caso sí hay métodos caseros válidos, que se pueden construir con solo una caja de zapatos, papel de aluminio y cinta adhesiva.

El método de construcción es sencillo: En uno de los extremos de la caja se recorta un cuadrado y se pega con cinta adhesiva en ese agujero resultante un trozo de papel de aluminio, al que se le hace en el centro un pequeño agujero con un alfiler o una chincheta. Ese pequeño punto agujereado será por donde entre la luz del sol, que se proyectará en el lado contrario del interior de la caja, donde habremos colocado un papel blanco. Para verlo, solo deberemos recortar otro cuadrado en uno de los laterales de nuestro dispositivo de proyección. A través de él, si dirigimos la parte con papel de aluminio hacia el sol, veremos sobre la superficie donde colocamos el papel blanco un pequeño punto de luz, que es el sol y, durante el eclipse, podremos comprobar cómo la luna lo va tapando paulatinamente.

En dispositivos ya avanzados, podemos incluir alguna lente o aparatos de aumento bajo el papel de aluminio y, de esta forma, podremos ver la proyección del sol con un diámetro mayor.

Los expertos de la visión recomiendan que, en todo caso, si cualquier persona presenta molestias en los ojos tras de la observación de un eclipse acuda lo antes posible a revisar su vista.