El vestido blanco y dorado, en una campaña contra la violencia de género

La Voz

SOCIEDAD

Una semana después de la polémica de #The Dress que dividió al mundo en dos combinaciones de colores, en Sudáfrica lo usan para una causa benéfica

06 mar 2015 . Actualizado a las 22:09 h.

Una semana después del polémico vestido que dividió al mundo entre dos combinaciones de colores, la famosa prenda vuelve a ser protagonista a través de una campaña contra la violencia de género. El Ejército de Salvación de Sudáfrica ha aprovechado el filón de #The Dress para lanzar un peculiar anuncio contra la violencia machista.

En la imagen una modelo aparece llevando el famoso vestido (en los colores blanco y dorado, aunque el original es negro y azul), con moratones y golpes en varias partes de su cuerpo. La fotografía va acompañada por la frase «¿Por qué es tan difícil de ver negro y azul? La única ilusión es si piensas que es su elección».

Esta oenegé ha lanzado esta campaña acompañada del hasgtag #StopAbuseAgainstWomen que llama a parar los abusos contra las mujeres.

La polémica #The Dress

El vestido negro y azul o blanco y dorado ha sido hasta ahora uno de los temas superficiales más comentados del año. Nunca una prenda de vestir había dado tanto de qué hablar. Y la polémica continúa porque mientras algunos aseguran vehementemente que el vestido es azul y negro, hay otros que no pueden entender que existan personas que vean cualquier otro color en una prenda que ellos perciben claramente blanco y dorado.

Pero no todas las posturas son tan extremistas. Además del grupo que ya no quiere ni oir hablar del vestido hay una cuarta clasificación en la que se incluyen aquellas personas que tienen la «facultad» de ver el atuendo en las dos combinaciones posibles: blanco y dorado y azul y negro.

Lo que está claro es que los creadores del vestido lo ven de un solo color: totalmente dorado. Porque un vestido más bien feo y sin ninguna particularidad, que ofrecen en su web por 50 euros, se ha convertido en un negociazo con el que han triplicado sus ingresos en menos de una semana. Y es que además de la polémica que le dio la vuelta al mundo y de la repercusión mediática que todo esto suscitó, muchas famosas decidieron adquirirlo para lucirlo públicamente. La mediática Cristina Pedroche no perdió la oportunidad de desfilar por el plató de Zapeando con el modelito azul y negro. Pero la presentadora Ellen Degeneres fue más allá y en lugar de ponerse el vestido invitó a su programa a la familia que desencadenó la poémica. 

Un éxito inesperado 

Esta es sin duda una campaña de marketing accidental pero perfecta. Hay que aplaudir la inmediata reacción de la firma británica Roman que, en cuanto se percató de la magnitud de la polémica y del impacto mundial del vestido, decidió usarlo como bandera para aumentar las ventas. Con el viento de las redes sociales a favor lo demás vino por añadidura: popularidad e ingresos casi sin hacer ningún esfuerzo. ¿Qué más se puede pedir en un mundo tan competitivo como el de las ventas? Y el vestido sigue ahí, en el cabecero de la web de la tienda acompañado del hashtag que lo lanzó la cima: #thedress.

#TheDress

Y el debate continúa 

La historia comenzó cuando una usuaria de Tumblr decidió pedir ayuda a sus seguidores para preguntarles de qué color veían un vestido que ella percibía blanco y dorado pero su esposo y su madre veían claramente azul y negro.

Para salir de dudas la chica decidió compartir la imagen en Internet y el mundo entero enloqueció. El vestido se convirtió en trending topic mundial y en protagonista absoluto de todas las conversaciones del mundo durante dos días completos. Según los expertos del Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla de Santiago, la explicación de por qué algunas personas ven el vestido azul y negro y otras blanco y dorado está en «cómo nuestro cerebro interpreta contextualmente la información». El cerebro filtra intuitivamente el fondo y la luz para ver el verdadero color del vestido, pero la tonalidad azulina de la imagen y la confusión de los colores que hay alrededor del vestido llevan al cerebro a una confusión. Cuando el ojo capta la luz el cerebro debe asignar el color correctamente porlo que intenta aplicar unos filtros que corrijan la imagen fotográfica para acercarla lo máximo posible a la real.