La sonda «Dawn» llega al misterioso Ceres

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Fotografía en la que se muestra una imagen del planeta Ceres
Fotografía en la que se muestra una imagen del planeta Ceres NASA | EFE

La misión de la Nasa, la primera en llegar a la órbita de un nanoplaneta, investigará si el cuerpo celeste esconde una capa de agua helada e intentará arrojar luz sobre los misteriosos puntos brillantes de su superficie

06 mar 2015 . Actualizado a las 18:27 h.

La sonda espacial Dawn alcanzó este viernes por primera vez la órbita de un nanoplaneta, Ceres, según informó este viernes la agencia espacial estadounidense, la Nasa, en Twitter. La nave investigará si el cuerpo celeste esconde bajo su superficie una capa de agua helada e intentará arrojar luz sobre los misteriosos puntos brillantes de su superficie

La sonda Dawn de 1,6 metros y 747 kilogramos de peso investigará durante varios meses el cinturón de planetoides entre Marte y JúpiterLos científicos esperan obtener nuevos descubrimientos sobre los orígenes de nuestro sistema solar. «Estudiar a Ceres nos permitirá hacer una investigación histórica del espacio, podremos adentrarnos en el primer capítulo de la historia de nuestro sistema solar», afirmó a principios de semana el director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, Jim Green, en videoconferencia desde la sede de la agencia espacial en Washington.

En el marco de un programa de 470 millones de dólares, la sonda lanzada en el 2007 ya visitó e investigó el asteroide Vesta. Durante 14 meses en el 2011 y el 2012, gracias a Dawn los científicos obtuvieron numerosos puntos de vista sobre la historia geológica de este cuerpo y vio su superficie llena de cráteres. Mediante la comparación de Vesta y Ceres, la NASA pretende desarrollar una mejor comprensión de la formación del Sistema Solar.

Ceres, el más pequeño de los planetas enanos del Sistema Solar, fue descubierto en 1801 por Giuseppe Piazzi y primero se le consideró un cometa, después un planeta y un asteroide, hasta que finalmente se le catalogó como planeta enano en el año 2006. Este cuerpo celeste, con un diámetro medio de 590 millas (950 kilómetros), podría haberse formado más tarde que Vesta y podría ser más frío en su interior, según explica la NASA en su web.