Las mujeres son las que siguen conciliando

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PEPA LOSADA

Las que desarrollan trabajos cualificados llevan a cabo una «conciliación mercantilizada», les pagan a otros para que realicen tareas domésticas que ellas planifican

05 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La incorporación de las mujeres al mercado laboral ha reestructurado la división del trabajo por sexos y ha hecho cambiar muchos aspectos de la sociedad. Con ellas trabajando fuera de casa se ha hecho imprescindible diseñar estrategias de conciliación para que mujeres y hombres puedan desempeñar sus tareas, tanto las profesionales como las familiares. Pero lo cierto es que en la mayoría de los casos, son ellas quienes adaptan su carrera a la familia. Y esto, según un nuevo estudio, sucede sea cual sea el nivel socioeconómico de las trabajadoras.

Mercedes Alcañiz, investigadora de la Universidad Jaume I de Castellón, ha analizado las estrategias de conciliación laboral utilizadas por mujeres de diferentes posiciones sociales para conocer cuáles son las diferencias más significativas entre ellas y de qué factores dependen: su ideología, su identidad de género o las relaciones de género en la pareja. «Las opciones seleccionadas por las mujeres que entrevistamos varían según su clase social, interpretada en función del empleo. La disponibilidad de dinero es el eje que separa a las mujeres de una posición u otra. Sin embargo, en todos los casos, son ellas las que concilian», según explica Alcañiz a la agencia de noticias científicas Sinc.

Los investigadores clasificaron a las mujeres en tres grupos según su ocupación: con empleos no cualificados, con empleos denominados de cuello blanco -trabajos administrativos que requieren estudios secundarios-, y profesionales en puestos altamente cualificados.

Mercantilización

«Las mujeres con trabajos cualificados utilizan servicio doméstico pagado que se encarga del trabajo de la casa y del cuidado de sus hijos e hijas. Aunque son ellas las cabezas pensantes en este tipo de labores, no las realizan directamente, sino que se lo transfieren a otra mujer que las sustituye mediante una retribución. Podríamos entenderlo como una conciliación mercantilizada», destaca la responsable del estudio.