El orgullo gay es la foto del año

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El World Press Photo premia una instantánea del danés Mads Nissen que denuncia la homofobia en Rusia

12 feb 2015 . Actualizado a las 21:53 h.

Para lesbianas, gays, bisexuales o transexuales, la vida no es fácil en Rusia. Las minorías sexuales se enfrentan a la discriminación legal y social, el acoso e incluso ataques violentos por parte de  grupos conservadores religiosos y nacionalistas. El World Press Photo ha querido visibilizar y denunciar esta situación concediendo el premio a la Fotografía del Año a una instantánea tomada por el danés Mads Nissen que muestra un momento de intimidad de dos jóvenes homosexuales.

La imagen fue tomada el 18 de mayo del 2014 en un apartamento de San Petersburgo y muestra a Jon, de 21 años, y Alex, de 25, desnudos y en la cama. La presidenta del jurado del World Press Photo, Michele McNally, calificó la fotografía como «muy intima e increíblemente bonita, magníficamente ejecutada y con una composición impecable». Su autor explicó que la imagen habla a la vez de «amor y odio, de deseos profundos... y de la homofobia en Rusia».

Mads Nissen, nacido en 1979, trabajó en China para publicaciones como Time, Newsweek, Der Spiegel y Stern, antes de regresar a su país, donde ha colaborado con la agencia Berlingske/Scanpix. Actualmente forma parte de la plantilla del diario Politiken. Ha publicado dos libros, Amazonas (Gyldendal, 2013) y De Faldne (La Caída, People?s Press, 2010), este último sobre los daneses muertos en la guerra de Afganistán.

Este año no hubo galardones para fotógrafos españoles en el World Press Photo. En la categoría de deportes el primer premio fue para el chino Bao Tailiang, por una fantástica imagen que muestra al futbolista Lionel Messi mirando fijamente el trofeo de la Copa del Mundo después de que la selección de Argentina perdiera la final del Mundial de Brasil ante Alemania. Más dramática es la instantánea que ganó en la categoría de noticias in situ (historias), del francés Jérôme Sessini, en la que se ven los restos de un pasajero -todavía sujeto al asiento- del vuelo MH17 de Malaysia Airlines que fue abatido sobre Ucrania, en medio de un campo de trigo.

La guerra de Ucrania también protagoniza la foto ganadora en noticias generales (individual), un bodegón de la destrucción captado por el objetivo del ruso Sergei Ilnitsky en la cocina de una casa en Donetsk, para denunciar cómo el conflicto en el país del este de Europa ha afectado a la gente corriente. Por su parte, el estadounidense Peter Muller se impuso en el apartado de noticias generales (historias) con una foto de un enfermo de ébola que intenta escapar de su aislamiento en Freetown (Sierra Leona).

El 20 % de las fotos, retocadas

El jurado del certamen también aprovechó para hacer una crítica de puertas adentro, directamente a la profesión de fotógrafo, aunque sea por una cuestión técnica. Y es que alrededor de un 20 % de las instantáneas que alcanzaron la penúltima ronda del concurso (se presentaron 97.912 imágenes de casi 5.700 profesionales de 131 países) estaban retocadas. «Parece que algunos fotógrafos no pueden resistir la tentación de mejorar estéticamente sus imágenes durante el post-procesamiento, ya sea mediante la eliminación de pequeños detalles para limpiar una imagen, o, a veces, por una tonificación excesiva que constituye un cambio sustancial en la imagen», explica el jurado, que se declara «decepcionado» por estas prácticas.

El año pasado el World Press Photo publicó un informe para adaptar sus reglas a los estándares actuales de la industria. La medida fue tomada después de polémicas como la desatada por la foto que ganó el certamen en el 2012, «Entierro en Gaza», del sueco Paul Hanssen, cuya «perfección excesiva» parecía indicar que había sido manipulada. «Es evidente que existe una necesidad urgente de abordar este asunto -señala el jurado del certamen de fotografía más prestigioso del mundo-. En los próximos meses dialogaremos con la comunidad internacional de fotoperiodistas para explorar lo que podemos aprender de todo esto, y cómo podemos crear una comprensión más profunda de las cuestiones implicadas en la aplicación de normas de post-procesamiento en el fotoperiodismo profesional».