Las religiones minoritarias tienen en Galicia 247 comunidades activas

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CAPOTILLO

El primer estudio autonómico sobre pluralidad de creencias advierte de los obstáculos que hallan a la hora de abrir nuevos lugares de culto

08 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El pluralismo religioso, producto de un constante cambio poblacional, es una realidad al alza. Las religiones minoritarias, practicadas en Galicia por solo 6 % de sus habitantes frente a una mayoría de católicos, tienen 247 comunidades activas. Las evangélicas, Testigos de Jehová y musulmanes son, por ese orden, las más numerosas.

Pero también hay grupos de otras religiones cristianas como adventistas, mormones, ortodoxos, luteranos o la Iglesia Nueva Apostólica. Y no solo eso. Porque hay colectivos de budistas, judíos, practicantes del bahaísmo e hindúes. Todos esos datos los recoge Mareas de Pluralismo, la primera investigación sobre pluralismo religioso en Galicia, dirigida por el catedrático de Socioloxía de la Universidade de A Coruña (UDC) Antonio Izquierdo.

En este estudio pionero, publicado por la Fundación Pluralismo y convivencia y coordinado por la investigadora Montserrat Golías Pérez, trabajaron también los profesores de la UDC Raquel Martínez Buján, Adrián Mandado Cendón y Antía Pérez Caramés con la colaboración de Mª Jesús Alonso Seoane.

Los flujos migratorios han tenido mucho que ver en la aparición de este pluralismo religioso en la comunidad. No solo porque hayan llegado emigrantes de otros países, también por todos los gallegos retornados a la comunidad a lo largo de las últimas décadas. «Por lo que hemos podido comprobar, de las tres fuentes de las que bebe el pluralismo religioso -tradición, conversos y emigración- es esa última la que más ha influido en Galicia», explica Antonio Izquierdo.

Colectivos organizados

Pero cúal es la relación que estas comunidades tienen con la administración y con el resto de habitantes de Galicia. «Son cosas diferentes -apunta este catedrático- Lo que ha ocurrido es una multireligiosidad civil, aunque no todas las religiones han tenido la misma aceptación en el entorno (los evangélicos, por ejemplo, lo lograron antes que otras como la musulmana), y luego las comunidades se han ido organizando para poder tener un interlocutor con la Administración».

La aprobación en 1980 de la Ley de Libertad Religiosa, unida a la formalización en 1992 de acuerdos de cooperación con las comunidades musulmana, evangélica y judía, suponen su reconocimiento por parte de las autoridades. Con todo, hay cuestiones que contempla la norma como el derecho a la apertura de locales de culto que, más de dos décadas después de la aprobación de los acuerdos, continúan liderando las grandes demandas de las comunidades religiosas minoritarias.

Como abrir un pub

Resulta curioso el hecho de que muchos concellos, según recoge el trabajo, exigen licencia de bar o pub para la apertura de estos centros de culto. Los entrevistados en la investigación indican también cómo las trabas burocráticas obstaculizan su apertura. «Porque nos están aplicando una ley bestial, que es la ley de los pubs. Pero una iglesia no tiene nada que ver. Es un lugar público en el que confluye gente, pero el ambiente no se puede comparar. Porque aquí no hay alcohol, no pueden pedir lo mismo que una discoteca», indican desde uno de los grupos referidos en la investigación.

Otra de las grandes demandas de estas comunidades religiosas es la habilitación de cementerios donde poder enterrar a sus muertos. Aunque en algunos casos la aprobación de camposantos municipales mermó la demanda de algunos, hay comunidades como la musulmana que continúan reivindicando que se les habilite una zona en la que poder enterrar a los difuntos. Parece que Arteixo tiene previsto recogerlo en su plan general. Quienes tienen algunos son los evangélicos, que son los que más tiempo llevan en la comunidad gallega.