«En cuanto conocí a Vicente supe que quería compartir su proyecto»

L. M.

SOCIEDAD

La Fundación Vicente Ferrer maneja un presupuesto que supera los treinta millones de euros y trabaja con más de 3.200 pueblos. Su objetivo son siempre los más desfavorecidos, con un lugar especial para las mujeres

25 ene 2015 . Actualizado a las 10:55 h.

Desde que en los años 70 apareció la Fundación Vicente Ferrer en la región de Anantapur, se convirtió en un sinónimo de lucha por la igualdad. Años antes, había empezado una labor que en el 2009 con su ausencia heredó Anna. Desde entonces su trabajo ha sido constante y los retos se acumulan en una zona empobrecida en la que las mujeres sufren una brutal discriminación y las normas ancestrales juegan en su contra.

-¿Qué necesidades tienen en la actualidad la Fundación Vicente Ferrer?

-Muchas. Hemos recorrido solo un pequeño camino, porque la población en la India es inmensa. Es el segundo país más poblado del mundo. Hace poco hemos empezado a trabajar con los chenchus, una población tribal de la zona de Srisailam, que mantiene una lucha con el Gobierno sobre el territorio que ocupan. Es una población sin acceso a la sanidad ni a la educación. Su esperanza de vida es de 40 años. Por otro lado, necesitamos llegar hasta más mujeres, procurarles apoyo. A las familias humildes les puede llevar toda la vida reunir el dinero necesario para casar a sus hijas. Una vez lo hacen, muchos maridos siguen reclamando más. La mujer no puede regresar a su hogar porque la familia recuperaría la carga habiéndolo perdido todo. Esta presión conduce a muchas mujeres al suicidio. Desde el 2010 hemos atendido en nuestro Hospital de Bathalapalli 1.643 casos, más del 60?% de ellos eran mujeres y esta fue la principal causa.

-¿Le ha supuesto algún problema en la India, o en España, ser presidenta de la Fundación siendo mujer?

-Nunca me he puesto límites por el hecho de ser mujer. En cuanto conocí a Vicente supe que quería compartir su proyecto y desde entonces compartimos no solo nuestra vida, sino nuestra visión del mundo, nuestra rebeldía contra la injusticia y la pobreza.

-¿Cómo sería su vida si no trabajara en la Fundación Vicente Ferrer?

-Yo era una joven periodista que vino a Bombay a seguir sus estudios. Imagino que hubiera seguido mi camino como periodista, porque también a través de esta profesión se puede luchar contra la pobreza y las desigualdades.