Aumenta la mediación familiar por abusar del móvil y de las redes sociales

efe

SOCIEDAD

La posibilidad de acudir a una mediación, pero también ante conflictos con vecinos o laborales, es todavía una opción poco utilizada en España

21 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El uso del móvil y de las redes sociales por parte de los adolescentes es una de las principales causas por las que las familias están acudiendo a procesos de mediación para solucionar conflictos entre padres e hijos y mejorar sus relaciones con diálogo.

«Hay una demanda creciente de la mediación intergeneracional sobre todo de familias con adolescentes que piden ayuda para mejorar la convivencia», dijo el responsable de estos procesos en la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), Gregorio Gullón Arias. La posibilidad de acudir a una mediación, pero también ante conflictos con vecinos o laborales, es todavía una opción poco utilizada en España: sólo en el 1 % de los conflictos. Por ello, las organizaciones que trabajan en este ámbito han propuesto que se declare el 21 de enero como Día Europeo de la Mediación.

«En los últimos años han aumentado los casos de padres desorientados y confundidos porque no saben cómo actuar ante comportamientos de adolescentes, que se sienten incomprendidos, y ante los que se acaba reaccionando de forma inadecuada», ha dicho Arias.

Problemas con los estudios, vinculados a las tareas de la casa y los horarios, pero sobre todo por el uso del móvil y de otros dispositivos para acceder a redes sociales e Internet, son los principales motivos por los que las familias reclaman la mediación.

«Los problemas suelen comenzar ante reacciones de adolescentes como la irritabilidad, malas contestaciones o un suspenso; los padres intentan eliminar ese síntoma y empieza el control permanente y obsesivo, ante el que los adolescentes se resisten y quieren reafirmar su autonomía», dice el mediador. Las sesiones, a las que se someten de forma voluntaria padres e hijos, intentan buscar un punto de encuentro y limar distancias.

Muchos de los casos llegan derivados de los centros de orientación de los colegios, centros de salud y servicios sociales, aunque también por consejo de familias que han utilizado este servicio, que es gratuito.