Arranca la temporada del snowboard

ANTÓN BRUQUETAS

SOCIEDAD

Los adeptos a deslizarse por la nieve sobre una tabla crecen exponencialmente cada año en una fiebre que ya supera en Galicia la década de vida

11 ene 2015 . Actualizado a las 10:22 h.

Apenas han caído los primeros copos de nieve en las montañas -porque este año se está haciendo de rogar- y los adeptos al snowboard ya han desempolvado sus tablas para buscar esa inigualable inyección de adrenalina que encuentran con tan solo deslizarse por esa superficie acolchada y de un color blanco nuclear. Cada año los fieles a la reina del invierno aumentan exponencialmente, en una fiebre que comenzó hace ya más de una década en Galicia y que continúa en apogeo. Y el templo de todos ellos es la estación asturiana de Valgrande-Pajares, casi en la frontera con Castilla Y León. Un rincón pequeño para el tamaño de las estaciones del Pirineo o de los Alpes, pero con instalaciones específicas para los practicantes de este deporte hermano del skate y del surf.

«Junto a Fuentes de Invierno (también en Asturias) es la preferida por todos los snowboarders gallegos, porque tiene montado un snowpark, donde hay diferentes elementos como por ejemplo las barandillas, que te permiten subirte a ellas y hacer maniobras, o los saltos. Porque bajar por las pistas está muy bien, pero cuando llevas tiempo ya te aburre y necesitas experimentar con otras cosas», comenta el ferrolano Juan Devesa, quien fue campeón asturiano juvenil y gallego absoluto. «En Fuentes de Invierno hay algún fuera de pista -solo para iniciados en la materia- que discurre por zonas arboladas que también es muy apreciados por los aficionados al snow. Para pistear, probablemente San Isidro (muy próxima a Fuentes de Invierno, pero en la comunidad de Castilla y León) sea la mejor», recalca Devesa. Para los que quieran adentrarse por primera vez en este apasionante mundo, la estación de Leitariegos (Asturias) o la ourensana de Cabeza de Manzaneda son dos opciones atractivas, «aunque todas las estaciones disponen de pistas adaptadas a los requisitos de los principiantes».

Cambios en cuestión de materiales

«Desde hace cinco años para aquí el mayor avance en cuestión de material ha sido la introducción del Camber invertido, o lo que es lo mismo que decir que la tabla se arquea ligeramente hacia arriba en sus extremos, lo que le confiere una mayor maniobrabilidad y la hace más creativa, más juguetona», destaca Devesa, quien agrega: «Para los descensos mucha gente sigue utilizando el Camber convencional, en el que la tabla queda arqueada por el centro».

Pero lo que ahora mismo echan en falta los practicantes del snow es una mayor acumulación de nieve. La temperaturas suaves del final del otoño y el principio del invierno -solo ha hecho frío justo al acabar el año, pero ha sido un frío seco, anticiclónico, sin precipitaciones- no han posibilitado que se formasen espesores considerables en las estaciones que habitualmente se visitan desde Galicia. «La campaña -explica Juan Devesa- está llegando con retraso. El año pasado por estas fechas, Valgrande-Pajares estaba abierta al cien por cien, hoy apenas tiene cuatro kilómetros practicables. Y en las cotas más altas, los espesores son de 20 centímetros, por el medio metro que teníamos en el 2014 por estas fechas. Pero -continúa- gracias al frío de los últimos días se han podido activar los cañones de nieve artificial y eso también nos ha dado un respiro».

Mientras la meteorología no termina de ser lo favorable que los snowboarders quisieran, a ellos solo les queda preparar el material a la perfección, encerar las tablas y empezar a soñar con esos días despejados en las cumbres después de una intensa nevada, esos momentos tan intensos que resultan difíciles de describir y que los mantienen cada año pendientes del calendario, de retirar hoja tras hoja hasta tropezar con la que anuncia la llegada de los primeros copos. Los locos de la nieve ya están listos para que empiece lo bueno, para que arranque su temporada.