Fundada por Francisco de Asís al comienzo del siglo XIII, la orden de los franciscanos cuenta actualmente con 13.600 frailes en 110 países. Si por algo se distinguen es por vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios, aunque a lo largo de la historia ha habido disensiones o distintas formas de interpretar la regla que han provocado la aparición de corrientes escindidas dentro de la Orden de Frailes Menores.
Según explica el ministro general, Michael Anthony Perry, en el comunicado, se ha trazado un itinerario «con el fin de llegar a decisiones lo más claras y conscientes posibles sobre el mejor modo de proceder para garantizar la solidez financiera de la Orden de manera coherente con los valores franciscanos y el estilo de vida al que nos debemos».
Nada más abrirse la investigación interna sobre las presuntas irregularidades contables, los franciscanos pidieron la intervención de un equipo de abogados altamente cualificados, y procedieron a informar a las autoridades eclesiásticas competentes, a las que «ponemos al día sobre la manera en que va evolucionando la situación».
Para recuperar el control sobre las actividades económico-financieras de la Curia, el Ecónomo general ha renunciado tanto a su cargo como al de representante legal, pasando su número dos a ocupar su puesto en funciones. Otro hermano asume el cargo de representante legal y un tercero, experto en cuestiones económicas y administrativas, ha sido nombrado delegado especial del ministro general para los asuntos económicos de la Curia general. «Haremos cualquier esfuerzo que sea necesario para garantizar una vigilancia justa, transparente y ética de las actividades financieras», concluye Perry en la carta publicada en la web de la orden.