Qué arte tiene este sitio

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

Diseño es todo, ya sea bueno, malo o intrascendente. YES, la revista gallega de Gente, Creatividad y Galicia, te lleva por algunos de los mejores locales

21 dic 2014 . Actualizado a las 09:25 h.

Algo está pasando en A Coruña. Ir a tomarse un café o una copa ya no es solo eso. Es un arte. Es un Miró al lado de la mesa. Es la belleza en estado puro. Y la belleza está en el interior. Porque los locales que cuidan hasta el más mínimo detalle se están replicando. Pero todos son diferentes. Bienvenidos a los locales joya. Pasen, y vean.

Dan la espalda a modas efímeras y apuestan por obras de arte, piezas de anticuario o mobiliario especialmente creado para ellos. Uno de los ejemplos es el Fika, en la céntrica calle Fernando Macías, una cafetería de día y un bar para una copa slow de noche. En una de sus paredes luce un Miró, además de otras piezas especiales de arte cedidas por la galería Atlántica. El creador de este espacio es Francisco González y se declara enemigo de los diseños en serie: no repite ni los suyos. Y suyas son decoraciones de locales como el Marita Ron, en los Cantones coruñeses. Cuenta que «la clave es crear ambientes diferentes, saltarse las modas y lo producido en serie». En el Fika lo consiguió gracias a detalles como madera francesa o a un mobiliario diseñado y tapizado a medida. Las luces son tenues y la chimenea siempre está encendida. Anuncia otra joya para A Coruña: «Junto con mi colaborador Carlos López estamos trabajando en otro lugar en la ciudad vieja de A Coruña; será especial, pero no tendrá nada que ver con trabajos anteriores».

En buena parte de sus proyectos hay piezas del anticuario Isadora (muy cerca del Fika, en el número 26 de Alfredo Vicenti), donde sus responsables Ana Gándara y Jaime Trigo comparten esta filosofía. Ella explica que el arte y los objetos con historia aportan singularidad a las decoraciones, «bien escogidos son una sorpresa que revaloriza los espacios y los hace más atractivos para el público».

Ana encontró la lámpara art déco que luce ahora en el recién inaugurado Principal de la calle Durán Loriga nada menos que al otro lado del Atlántico: en Uruguay: «Decoraba uno de los salones de un famoso hotel casino de Montevideo. Es del año 1921, de cuando se inauguró ese establecimiento. Nos la vendieron junto con otra igual y un aplique haciendo juego de gran tamaño que aún conservamos». Ahora es la seña de identidad para este restaurante que, al igual que muchos locales joya, cuentan con rincones con encanto para cualquier hora del día y de la noche.

Otro ejemplo está en el número 4 de la calle de la Estrella: es el bar Canníbal, donde su propietario, Ignacio Juanvelz, asesorado por el decorador Daniel Robledo ha mimado hasta el último detalle. El elemento central de la barra fue de un antiguo ultramarinos de la ciudad comprado en un anticuario, al igual que los tarjeteros o un jarrón de vidrio soplado mallorquín que la anticuaria de Isadora consiguió gracias a un coleccionista. Todo tiene conexión sentimental con la zona: «Un día entré en Porvén, la tienda que tenemos al lado, y vi que tenían un taburete antiguo que me encantó, así que lo mandé copiar y buscamos el cuero en Londres», explica. No es lo único. Las lámparas son un diseño original para el Canníbal y hasta el lugar de los periódicos tiene su historia, ya que era el toallero de un antiguo hotel.

Paramos en Le Bon

El reservado evoca la personalidad del restaurante danés Noma y hay piezas esculpidas en mármol para las mesas y el baño.

Sigue el paseo. Paramos en Le Bon. Pilar Fernández Hidalgo cuenta que estuvo a punto de llamarlo Antoine en homenaje a Antonio Tenreiro, el arquitecto del edificio del bajo que ocupan en la casa Barrié, uno de los inmuebles protegidos y más singulares de A Coruña. «Conocía bien la zona y este local, los pilares y la estructura están protegidos por Patrimonio y por eso tienen mucho protagonismo, nos hemos casado con este ambiente para presentarlo con el máximo respeto», explica la responsable de un proyecto que desde el primer día ha encandilado a público muy variado.

Ofrece momentos especiales a todas horas en forma de vinos gallegos, cócteles, copas de champán o cafés y un lugar para trabajar ante un ordenador. Todo, presidido por una barra con espejos con aire retro y bajo lámparas en las que el diseño aporta el toque de exclusividad que busca Pilar, junto con sus socios Cristina y Pablo.

En Le Bon cuelgan las lámparas de Arik Levy premiadas en Milán este año de unos pilares históricos.

En locales como el Canníbal Raw Bar conviven piezas centenarias con sillas de una edición limitada de Hans J. Wegner. Lo nuevo y lo viejo se alían con el objetivo de buscar una solución con carácter. Y el carácter no significa dejar la billetera temblando. Todo lo contrario. Lo explica la decoradora Belén Sueiro, autora de espacios como la galería Moretart o una reforma muy especial del hotel Plaza (a punto de terminar y también en A Coruña). «Hay que trabajar y pensar para buscar el alma o las piezas que pueden crear el ambiente buscado. Y esta exclusividad no siempre implica la opción más cara. Por el contrario, lo manido, el corta y pega de un lugar para colocar en otro, eso sí que puede resultar caro, porque nunca convence ni perdura».