Las siete claves para sobrevivir a una cena de empresa

M. C.

SOCIEDAD

¡Deshiníbete, que es Navidad! Pero con cuidado, que una copa lleva a la otra

14 dic 2014 . Actualizado a las 09:48 h.

Fiel a tu estilo

Podríamos decirte que los pantalones rotos, las minifaldas y los taconazos están prohibidos. Pero no lo haremos. Cualquier prenda se puede llevar con elegancia y estilo, así que nuestro mejor consejo es el siguiente: ponte algo con que te sientas cómodo. Si miras al espejo y te ves bien, seguro que los demás también. 

No te pases

Repasamos: ¿cuál es la norma número uno de la vida adulta? Nunca bebas con el estómago vacío. Pues bien, en este evento, como en tantos otros, nunca sabes cómo será la organización del acto así que, por si acaso, come algo antes de salir de casa. Así podrás tomar el aperitivo sin preocuparte y sin correr el riesgo de ser recordada como «la niña del exorcista».

Una copa lleva a la otra

Las barras libres tienen mucho peligro. Ya sabemos lo difícil que es decir que no al alcohol gratis. Pero no te olvides de que «solo un chupito más» puede causar estragos a los 10 minutos. De repente tu lengua gana vida propia, no atiende a las órdenes que le lanza el cerebro, se siente libre y empieza a soltar lo que no debería…

¡Desinhíbete, que es Navidad!

No, no, no, nunca escuches a la voz interior que después de dos botellas de vino en la cena te empieza a dar esos malos consejos. Ya sabemos que llega un momento de la noche en que tus colegas te empezarán a decir: «¡Hoy vamos a darlo todooo!». Ese grito de guerra no significa que te tengas que desabrochar la camisa, ponerte la corbata en la cabeza o subirte a una mesa. Recuerda, tu objetivo es conseguir acabar la noche con un poco de dignidad.

El peligro del 3.0

Mientras no se prohíbe por ley llevar los teléfonos móviles a las fiestas (¡la medida hubiese salvado muchas relaciones!) tienes que divertirte sin nunca olvidarte de que hay un gran hermano observándote. Porque basta que te excedas un poquito para que te hayan grabado al menos 5 de tus compañeros y que te despiertes al día siguiente con una alerta de Facebook que te amargará y te avergonzará para el resto del año. Consejo: la mejor técnica es intentar ser siempre el que está detrás del objetivo.

Ellos están liados

No olvides que esta fiesta será el tema de conversación de la empresa durante como mínimo un año y ¿cuál es el cotilleo preferido de cualquier ser humano? «Fulanita le entró a fulanito». Así que, consejo número 1: No ligues con nadie a quien no te atreviste a entrar antes de la cena. Si esperaste hasta ahora, bien puedes esperar un día más. Consejo número 2: Si te fue totalmente imposible resistir al encanto «del guapo de jurídico», dejad la fiesta y haced lo que tengáis que hacer lejos de las cámaras y las miradas cotillas. Aquí es como en las pelis: la clave es no dejar ninguna prueba.

No hablar del trabajo

No, esto no es una reunión, es una cena. No seas el pesado que pasa la noche hablando de trabajo. Será inevitable que contéis anécdotas de la oficina, pero hay que evitar tratar temas serios o tomar decisiones. No es el momento de quejarte de la carga de trabajo, del sueldo, de lo quemado que estás o de tu compañero que te cae mal. Relájate y aprovecha para conocer mejor a tus compañeros y jefes.