Desde el tamaño de letra hasta el color con el que han de destacarse los alérgenos en la caja de un producto envasado. Esos son algunos de los cambios de la nueva norma. Estos son los ocho más destacados:
Tamaño de la letra. La letra de los envases que sobrepasen los 80 centímetros cuadrados tendrá que tener un tamaño mínimo de 1,2 milímetros de altura. La de los envases de tamaño inferior tendrán que tener 0,9.
Alérgenos. Deberán destacarse con una tipografía diferente con otro color o con negrita.
Valores nutricionales obligatorios. Grasas saturadas, proteínas, energía, hidratos de carbono, sal y azúcares deben aparecer indicados según la porción «por 100 gramos» o «por 100 miligramos». También hay que informar al consumidor sobre la cantidad diaria recomendada que debe consumir de dicho producto, sobre todo en el caso de vitaminas o minerales.
Fecha de congelación y descongelación. La etiqueta debe diferenciar «congelado en» (algo obligatorio para la carne, productos cárnicos o productos de pesca no transformados) de «descongelado» (para productos descongelados antes de salir al mercado).
Origen. Tendrá que ponerse de dónde proceden los productos.
Tipo de aceite vegetal. Cada etiqueta deberá especificar el tipo de aceite que contiene el producto. De oliva, de palma...
Ingredientes añadidos. Aquellos productos que supuestamente llevan un único ingrediente, pero en realidad contienen pequeñas partes de otros, deberán indicar cuáles son. Por ejemplo, aditivos o proteínas añadidas de origen animal.
Otros contenidos obligatorios. Habrá que indicar cuándo fue envasado el producto, cuándo lo hizo en una atmósfera protectora o cuándo tiene algún edulcorante.