Brunch, el mejor reconstituyente

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

En A Coruña, Santiago y Vigo, sí se puede juntar el desayuno con la comida

25 oct 2014 . Actualizado a las 11:04 h.

Cuando las noches se han alargado demasiado y la almohada se ha convertido en la compañera de sueños hasta bien entrado el mediodía, siempre se plantea el mismo dilema cuando las tripas empiezan a rugir: ¿qué como ahora que es demasiado tarde para desayunar y muy pronto para comer? La solución ha llegado de los países anglosajones, donde llevan años degustando el denominado brunch -un neologismo a partir de la unión de breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo)-, o lo que es lo mismo, una comida más o menos ligera que combina alimentos salados y dulces con frutas.

Esta moda culinaria, que cada día tiene más adeptos, aterrizó en A Coruña de la mano del Pandelino, el negocio de Rosa Lousa Reventós que se abrió con el objetivo de «cubrir un hueco inexistente que no había en el mercado, crear un espacio internacional. Se trataba de no competir con lo que había, sino de hacer algo nuevo». Su experiencia en Londres le sirvió para elaborar unos innovadores brunch, que ya cuentan con centenares de seguidores y que se sirven todos los sábados, domingos y festivos, de 12.30 a 16.30 horas y con precios que van de los 7,50 a los 17,50 euros. El plato estrella del Pandelino son los huevos benedictinos, cuya receta parte de «una base de pan fino, huevo pochado y salsa holandesa», explica Rosa, que también resalta que este es el plato más básico, pero hay otros más sofisticados que incluyen trufa negra del Piamonte, salmón, jamón ibérico, espárragos trigueros...

Tablas de queso, finger de sándwiches y un gran surtido de tartas también forman parte del menú de los brunch, donde también tiene un papel muy importante la bebida, a base de zumos naturales, pero también de champán y Bloody Mary. La explicación para incluir esta último combinado en el menú es «porque dicen que es lo mejor para la resaca», confiesa Rosa Lousa, a la que le han salido muchos seguidores, puesto que hay muchos establecimientos que también se han sumado a la moda del brunch, como el Soho Café Coruña o el Hotel Portocobo, entre otros.

También en Santiago se puede hacer eso de juntar el desayuno con la comida los fines de semana. El brunch lo preparan como nadie en El Romero (Galeras, 22). Todos los fines de semana hay para los menos madrugadores un cóctel de bienvenida, ya sea con o sin alcohol, así como una ensalada de frutas de temporada y un plato salado a escoger entre carne y pescado: puede ser un revuelto de langostinos y verduras, por ejemplo. A esto lo acompaña un variado de dulces y café o té. El menú cambia en función del producto que haya llegado esos días a la Praza de Abastos compostelana, así que calidad de la materia prima que prepara Jesús Romero es incontestable.

¿Y somos muchos los compostelanos que nos apuntamos a eso de desayunar-comer fuera los fines de semana? Pues cada vez más, porque según explica Lucía Canedo, la encargada del local, al principio el perfil de los bruncheros era el de la gente joven -tomarse un Bloody Mary y un desayuno contundente es lo mejor para recuperarse de la noche anterior- pero es que ellos fueron llevando a sus padres y ahora el abanico de fans del bruch de fin de semana es amplio.

En Vigo también hay posibilidad de brunch. Por ejemplo, en El Uno Está, (calle Real, 14) el primer domingo de cada mes, entre las 12 y las 14 horas, actúa un grupo en directo y además de beber, puedes comer lo que le llaman ?aperitivos orientales?. El primer domingo de noviembre recuperan esta cita para terminar con buen pie el fin de semana.

No solo eso. Para los que prefieran un concepto más clásico de brunch -si es que ya hay conceptos clásicos en este asunto- está Sésamo Bakery Shop (Ecuador, 73) que organiza todos los sábados, a partir de las 11, un brunch para los que quieren tomarse el fin de semana con mucha calma.

Pandelino prepara estos huevos revueltos con crujiente de jamón y espárragos trigueros.

Información elaborada con aportaciones de A. Lorenzo, T. Montero y B. R. Sotelino.