Rodríguez: «Tan mal no debía de estar si fue a la peluquería»

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

SOCIEDAD

Atlas TV

El consejero que acusó a Romero de mentir dice ahora que «para explicar cómo quitarse un traje no hace falta un máster»

10 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, acusó a Teresa Romero de mentir por haber ocultado que había tratado a los misioneros enfermos de ébola. Intentó disculparse diciendo que no la responsabilizaba de su contagio, porque fue un accidente. Esto fue durante su comparecencia del miércoles. Desde entonces la exigencia de que dimita y la avalancha de críticas por culpabilizar a la auxiliar de enfermería se han convertido en un clamor. Varios sindicatos y partidos exigen su cese.

Rodríguez hizo ayer un peregrinaje por emisoras de radio y cadenas de televisión para tratar de matizar sus acusaciones a Teresa Romero y rebajar la tensión, pero el resultado fue el contrario. Calificó de «poco afortunada» su declaración, pero insistió en que la auxiliar «ha ocultado los datos, ha tardado días en reconocer que había cometido un error». «Para explicar a uno cómo quitarse o ponerse un traje no hace falta un máster», señaló en otra parada de su ronda informativa, cuando en otros países como Alemania o Francia se dan cursos de hasta una semana de duración. «Unos tienen una mayor capacidad de aprendizaje que otros», señaló, dando a entender que Romero no sabía cómo quitarse el traje por su propia incapacidad. «Tan mal no debía de estar si fue a la peluquería», dijo en otro programa. Sobre las peticiones para que deje el cargo, Rodríguez se expresó en estos términos: «Si tengo que dimitir, dimitiría, no tengo ningún apego al cargo, soy médico y tengo la vida resuelta».

También demostró falta de información al asegurar que no podía confirmar que «el momento en que se quitó el traje estuviese supervisado». Sobre la denuncia del doctor José Manuel Parra, que atendió a Romero en el Hospital de Alcorcón y denunció que las mangas del traje de protección que se puso le quedaban cortas, Rodríguez lo achacó a su altura. «Puede llevar razón porque es una persona que mide dos metros y los trajes se hacen como se hacen», afirmó.