Ajenos a cualquier polémica, los 15 alumnos de 5.º de primaria del colegio Antonio Orza Couto disfrutan en Boqueixón, una zona eminentemente rural, de una alfabetización digital que llega de la mano de la mochila. En clase, Manuela busca en Internet la página de La Voz de Galicia para ilustrar a todos sobre el manejo del netbook, «porque nestes primeiros días é o que están a facer», precisa Ramón, el tutor del curso.
David, otro alumno, ve en la mochila digital una oportunidad para dejar volar su imaginación. De mayor quiere crear «xogos de loita para o ordenador», y Nicolás y Borja, a los que les gusta «inventar historias», admiten que echan de menos el papel.
Pronto empezarán a manejar nueve libros digitales en sus portátiles. «Ademais -precisa José Manuel Silva, director del centro-, terán acceso a mais de 2.000 contidos de Abalar», aplicaciones que incluyen mapas, refuerzos de cálculo e infinidad de material que han ido creando los propios profesores gallegos y que está a disposición de todos los maestros.
Los chavales se muestran encantados con sus ordenadores. Tienen más dudas a veces los padres. «Hai que ter en conta que algún non ten acceso a Internet na casa, pero non é un problema porque o material de estudio se pode cargar antes, en clase», matiza José Manuel Silva. Además, hay que tener en cuenta que los niños y sus progenitores «son responsables» de los daños causados a los equipos en sus domicilios.
Para Montserrat Iglesias, coordinadora del programa en Boqueixón, la mochila «é un recurso para adaptarse a un novo mundo, e vai facilitar o traballo en equipo e a incidir na educación individualizada grazas aos recursos de que disporemos».