El Gobierno normaliza la repatriación del misionero y no evacúa el Carlos III

j. luis álvarez MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El avión de Defensa que repatrió a Manuel García Viejo aterrizó de madrugada en Madrid

22 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El sistema sanitario español vuelve a enfrentarse al reto de salvar la vida a otro enfermo de ébola, el misionero Manuel García Viejo, 47 días después de la llegada de Miguel Pajares, ambos de la Orden de San Juan de Dios. Al cierre de esta edición, el avión con el médico berciano ya había salido de Freetown, la capital de Sierra Leona, y estaba previsto que aterrizase en Madrid sobre las tres de la madrugada, ya que según el equipo del Hércules, se iban a aprovechar los vientos de cola para acortar el viaje. Las próximas horas serán cruciales para que los expertos del Hospital Carlos III determinen el estado de salud del sacerdote, de 69 años, que anteriormente ya superó una malaria, afección que estuvo a punto de costarle la vida hace años; aunque no hay datos oficiales, al parecer García Viejo está consciente pero confuso.

Al igual que ocurrió el pasado agosto, la sexta planta del Carlos III está cerrada al público y se aplica el protocolo de aislamiento, no solo en la habitación de García Viejo -que cuenta con un sistema de presión negativa el filtrado de todo el aire-, sino también para la cremación del material médico y textil que esté expuesto al enfermo, dado que el ébola se transmite por contacto con los fluidos corporales del paciente. Sin embargo, y después de atender al criterio de los médicos, Sanidad ha decidido mantener en funcionamiento el resto del hospital, incluso sus consultas externas y operaciones, normalizando la situación; como se recordará, la llegada de Pajares supuso el alarmista cierre de todo el centro sanitario.

En cuanto al tratamiento que recibirá García Viejo, todavía se desconoce, pero es posible que se use el suero experimental Zmapp, que ya ha salvado algunas vidas pero que no dio resultados con el padre Pajares, que falleció pocos días después de llegar a España desde Liberia. En aquel caso, el sacerdote de la Orden de San Juan de Dios sufría otras patologías que complicaban más su recuperación.

Al igual que ocurrió entonces, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública denuncia las condiciones del Carlos III para atender este tipo de casos. Critica que «no se hayan llevado a cabo actuaciones de recuperación» en el centro, que no cuenta con un laboratorio «capacitado para analizar muestras», que deben enviarse a La Paz.

Caso sospechoso en Menorca

Por otra parte, un hospital de Menorca activó el protocolo por un posible caso: una mujer de 27 años que estuvo seis meses en Kedougou, en Senegal, cerca de Guinea, pero lejos de la epidemia.